"Estado natural"
El grupo de raíz folclórica más escuchado en las micros chilenas tiene un pacto peligroso con la masividad. Se delata en sus ritmos como de bailanta andina, en sus versos de amor pasional y cósmico ("en tus pestañas una selva virginal / como en el Chaco, fuego verde tu mirar"), en sus "erres" arrastradas, en sus sonrisas enmarcadas por melenas largas y cuidadas. Es la combinación que este año causó delirio en el Festival de Viña y lo ha convertido en el nombre argentino lejos más exitoso a nivel radial. Ni León Gieco ni Víctor Heredia deben haber experimentado en Chile la adoración colectiva que desde hace unos años Los Nocheros.
Lo cual no es garantía de nada más que de lo uno encuentra en Estado natural: música de instrumentación cauta, avivada por juegos vocales predecibles y una producción que por momentos parece tan brillante como sus zapatos de charol. "El amor tuyo" o "Cuando se enferma el amor" son canciones románticas sin ternura. Temas como "La mitad" remiten al más clásico sonido andino. Pero lo que en Illapu es mapa geográfico, en Los Nocheros es postal turística. Es música para personas que creen que una quena y un charango son suficientes para dotar de identidad a un sonido cuya muy legítima existencia casi no se explicaría fuera del mercado (EMI, 2003).
Marisol García C.
