Repite conmigo
Sin que uno sienta estar asistiendo a un simposio, el segundo y nuevo disco del cuarteto chileno González y los Asistentes acoge los diferentes discursos que hoy se integran en el habla de un chileno trabajador, infiel, bebedor, de cierto manejo técnico, torturado tras el Golpe, temeroso de Dios, machista; y permite reflexionar sobre el trasfondo de todos ellos. Es, en definitiva, el chileno-medio (y acontecido), quien asume la primera persona para estructurar un disco que acompaña sus reflexiones según un filtro poético innegable. Según Gonzalo Henríquez, el letrista y vocalista de la banda, ese chileno es "González". Pero el auditor es libre de imaginarlo como varios amigos que se turnan para ofrecer un mismo testimonio absurdo, amargo y a veces patéticamente dócil, pero siempre muy vivo.
Es la urbana poesía de lo más nimio e incómodo, que se escucharía con una sonrisa si no fuera por la opacidad propia de la cotidaneidad de Santiago, ésa que convive con un evangélico amenazante que advierte que "Dios no confía en nosotros, pero nos ama" ("Predicador"), que descubre la infidelidad de su mujer al primer mes de matrimonio ("Te creía buena y cándida"), o que registra el círculo vicioso de la marginación en "Vago" ("soy el sospechoso perfecto, un indocumentado culpable de todo tipo de delitos"). Se agradece como un bálsamo la ausencia del paternalismo y la ironía con que similares intentos han terminado estructurando trabajos moralizantes. "Repite conmigo" podrá parecer un disco preocupante si se toma al pie de la letra su velada denuncia. Pero es, finalmente, capaz de un diagnóstico certero, tan bien sintetizado en su título-instrucción y en el tema homónimo, donde un grupo de personas repite como un mantra lo que los exitistas: "todo está bien / todo está muy bien / todo está cada vez mejor".
Un rock suelto, seguramente improvisado, apoya los textos de Gonzalo Henríquez con más fuerza y dirección que lo que pudiera esperarse de un álbum que el grupo ha calificado de "experimental". Hay un notable trabajo de percusión en tracks como "Afrochumale" (un tema instrumental, también con la cítara de Fernando Julio), y en el resto de composiciones a las que se invitó a Amaru Parra y sus congas pensantes. Los estimulantes visos de raíz latina de "Magdalena Cruz" (un texto de Guillermo Cabrera Infante, atractivamente recitado por la actriz Elvira López) ojalá indiquen la dirección futura de un grupo que no necesita del canto para acercarse al oído según referencias familiares y muy bien combinadas. González y los Asistentes cubren aquí uno de los temas más impactantes de Violeta Parra ("Maldigo del alto cielo") y huelen a Jaivas casi durante todo el trayecto, excepto al final en la versión escondida de "¿Qué pachó?", donde ni Shirley Bassey parece traicionar los aires frescos e imaginativos de un disco que no logra apagarse, pese a toda la tristeza a la que seguramente alude.
Marisol García C.
González y los Asistentes, "Repite conmigo" (2003, Warner):
1.Vago, 2.Predicador, 3.Repite conmigo, 4.Maldigo del alto cielo, 5.Afrochumale, 6.Ozono, 7.Magdalena Cruz, 8.Te creía buena y cándida, 9.Encapuchado, 10.Yo te quería, 11.Campos de hielo.
Integrantes: Gonzalo Henríquez (voz, guitarra y percusiones), Claudio Espinoza (guitarras), Cristien Bravo (bajo), Juan Pablo Rojas (batería), Amaru Parra (congas).
Músicos invitados: Elvira López-Alfonso, Camilo Salinas, Ricardo Álvarez, Fernando Julio, Cristian López, Alvaro Henríquez.
Producción: Eduardo Vergara y Leo Cáceres.