"Sensus" Universal 2003
A mediados de la década pasada el fado experimentó una especie de renacimiento. Entre las intérpretes que contribuyeron a la renovación de esta expresión músical portuguesa tan tradicional está la joven Cristina Branco. Nacida en 1972 en la localidad rural de Almeirim, Cristina Branco se crió lejos del ambiente de las casas de fado lisboetas. Sus primeros intereses musicales estuvieron ligados al folk, el blues y el bossa y cuentan que descubrió el fado más tarde. Habría sido en su cumpleaños número 18, cuando su abuelo le regaló el disco "Rara e Inédita", de la famosa e ilustre cantante Amalia Rodriguez, considerada como la intérprete del fado más importante del siglo pasado. A estas alturas, a juzgar por el prestigio que Cristina Branco ha ganado con los años, este momento podría calificarse de importante. La cantante es una de las principales representantes de este arte en el mundo, con críticas laudatorias y portadas en importantes medios especializados.
Cristina Branco interrumpió su carrera de periodista para dedicarse profesionalmente al canto y misteriosamente su primer disco fue grabado en vivo en Holanda, algo inusual para alguien que todavía era desconocida en Portugal. Sin embargo, el principal impulso que recibió su trabajo artístico fue a partir de su contacto con el guitarrista y compositor Custodio Castelo, con quien grabó "Murmúrios", su primer trabajo de difusión internacional. Desde entonces su nombre artístico no ha hecho más que crecer en los escenarios
europeos, en los que se presenta como una renovadora de la interpretación del fado. Su propuesta, según ella lo ha dicho, es procurar una interpretación del fado, algo que en ocasiones es de un patetismo exagerado, no termine por ahogar en lágrimas la letra de sus composiciones. Cristina Branco suele cantar poemas musicalizados, canciones folclóricas y populares, además de fados tradicionales. Intentando conectar su voz con los poemas o los textos y la música que tocan Castelo y sus
amigos.
En su último trabajo, "Sensus", Cristina Branco vuelve a acompañarse de Castelo y de una agrupación de guitarra portuguesa, guitarra tradicional, contrabajo, viola y piano. En esta oportunidad, la cantante ha querido darle un giro menos dramático a sus canciones y acentuar el erotismo. Humilde ella, canta poemas de Shakespeare, Camoes, Vinícius de Moraes y David Mourao-Ferreira, además de recurrir al repertorio de fado más tradicional y al cancionero popular, por ejemplo, con "O meu amor", de Chico Buarque, esa canción que el brasileño cantaba con Marieta Severo y Elba Ramhalo. "Sensus" tiene un sonido elegante y refinado, ideal para disfrutar al aire libre en esta temporada primaveral.
M.S.Q.