21 canapés
Para algunos, la estrella verde que acompaña el nombre de Akinetón Retard puede significar el recuerdo dramático de épocas tormentosas. Para otros es simplemente la máxima fuente de inspiración de este sexteto experimental salido desde el basural subterráneo de la Facultad de Artes de la U. Según las nomenclaturas farmacéuticas, esta estrella verde sobre la caja de un medicamento es el símbolo inequívoco de un contenido sometido a control psicotrópico. Es, a lo menos, delicado: sólo se vende con receta médica retenida y la solicitud de todo tipo de identificaciones a quien lo requiera.
Pues bien, Akinetón Retard es en sí mismo un proyecto musical con estos rasgos descriptivos. Su música puede ser igualmente inaudible y espantosa como agradable y sanadora. Según el auditor que se les enfrente. Por ello parece ser que la estrella verde los acompaña como advertencia explícita.
La banda presenta el álbum–
21 canapés-, el tercer título de su carrera, tras las primeras exploraciones sonoras y de creación colectiva incluidas en
Akinetón Retard (1999) y
Akranania (2002). Esta vez el conjunto se introduce en el trabajo de composición para fondos musicales de puestas en escena de teatro y danza. Su cara visible, el guitarrista Vicente García-Huidobro (AKA Tanderal Anfurness) es quien escribió las 21 piezas de este cóctel de drogas. La música se reparte entre muestras como “La farsa” (1998, Compañía La Compañía), “Las brutas” (1999, Compañía De Cúbito) y “Latente” (2003, Compañía Lluvia Bajo Luna y el Ballet Nacional Chileno).
Suena extraño, pero Akinetón Retard logra transferir su disonante lenguaje musical a otras dimensiones más allá del escenario destinado a un simple concierto de rock. A la larga, sus desarrollos sonoros encajan en esquemas para danza y teatro, aunque algunas de las piezas nunca hayan sido utilizadas en escena por las compañías teatrales. Temas como “Akinefrón”, “Farmacologías”, “Señorita depresión” y “Enfermeras enfermas”, como sus nombres, también sugieren musicalmente algún tipo de desajuste a nivel mental: intensidades musicales muy variables, guitarras primitivas, cantos desgarrados y sección de saxofones histéricos. No por nada el grupo se llama a así mismo “Akinetón Retard”: un medicamento catalizador de los efectos secundarios que dejan las drogas contra el parkinson. Ni más ni menos.
Íñigo Díaz
Akinetón Retard, “21 canapés” (2003, Mylodon Records)
1. Akinefrón, 2. Hawai, 3. Enfermeras enfermas, 4. La vida rota, 5. La farsa gold, 6. Farmacologías, 7. Muertos cargando adobe, 8. La farsa platinum, 9. Potenzia, 10. Desiertos de lagos transparentes, 11. Señorita depresión, 12. Pilotos de califont, 13. Oruro’s, 14.Cocodrilos con martín, 15. Mosaicos, 16. Obseso y convulso, 17. Bipolarextea, 18. Descargas, 19. La vida rota karaoke. 20. Transparencias de lagos desiertos, 21. El influenciódromo
Duración: 42.23
Personal: . Tanderal Anfurness (guitarras, bajo eléctrico, teclados, teteras), Estratos Akrias (saxofones alto, tenor, soprano y clarón), Bolshek Tradib (batería), Lectra Celdrëj (contrabajo), Yyuck Celasnog (percusiones), Petras das petren (saxo tenor), Edén Carrasco (saxo alto)
Músicos invitados: María José Bergman (voz), María Paz Grandjean (voz), Doctor Octava (slide), Plagalis Perek (cello), María José Valenzuela (violín).
Producción: Vicente García-Huidobro |
