El señor de los anillos: El retorno del rey
Cuando en un momento de 1999 se supo que el veterano compositor polaco Wojciech Kilar se haría cargo de la banda sonora para la trilogía fílmica El señor de los anillos, muchos fanáticos de la música de cine estuvieron de fiesta. Sí, porque aunque fuera de Polonia Kilar era virtualmente desconocido hasta comienzos de los 90, su brillante trabajo en el Drácula de Ford Coppola deslumbró a medio mundo y terminó por masificar su trabajo con nuevas colaboraciones en filmes como «Retrato de una dama», «La última puerta» y «El pianista», sin dejar de lado su abundante colaboración con el cine de su país, que ya abarca más de 150 trabajos. La fusión entre el lirismo más desbordado y el suspenso más vibrante que consiguió para la enésima revisión del clásico de Bram Stoker parecía predestinarlo a la adaptación cinematográfica de Tolkien, uno de los proyectos más ambiciosos en la historia del séptimo arte.
Pero las negociaciones con Kilar quedaron entrampadas por diferencias de opinión con los ejecutivos del estudio New Line, y tras barajar alternativas de última hora (incluyendo la posibilidad de que el compositor fuera James Horner, el taquillero pero escasamente interesante autor de «Titanic»), salió un nombre definitivo, el del canadiense Howard Shore. A pesar del indudable prestigio que éste había alcanzado en la industria como el fiel compañero musical de los delirios del director David Cronenberg (con cumbres como «La mosca», «Mortalmente parecidos» y «Crash»), y sin considerar el eclecticismo demostrado por Shore al trabajar en los más diversos géneros con cineastas como Scorsese («Pandillas de Nueva York»), Demme («El silencio de los inocentes»), Burton («Ed Wood») y Fincher («Los siete pecados capitales»), nadie sabía qué podía salir de la creativa mente del músico.
Y el milagro sucedió. La primera entrega de Shore para la trilogía, «La comunidad del anillo», fue un auténtico hallazgo sonoro que ganó el Oscar y el Grammy, y su continuación, «Las dos torres», profundizó aun más en las ilimitadas posibilidades musicales que una historia tan rica como esta podía ofrecer a un compositor talentoso. Parecía imposible que el canadiense pudiera llegar más lejos, pero en el cierre de la saga, «El retorno del rey» (que acaba de ganar el Globo de Oro y postula al Oscar a la mejor música), se supera a sí mismo y entrega una partitura simplemente magistral, con lo que no parece exagerado decir que su labor al servicio de las películas de Peter Jackson representa una cumbre no sólo en la historia del cine fantástico, sino además en la de la música para la pantalla grande.
Ya se ha hablado bastante de los obvios lazos que unen a la partitura de Shore con los dramas líricos de Richard Wagner, una influencia ineludible si se piensa en la fuerte dicotomía lírico-épica que tienen en común las historias de la tetralogía El anillo de los nibelungos y «El señor de los anillos». Y lo que se agradece es cómo la música de la trilogía bebe del romanticismo wagneriano (como denotan los coros, o el uso de los bronces y cuerdas), pero reinterpretándolo más a modo de inspiración que como simple plagio, lo que queda claro aquí en el tema "Andúril". Además, para nadie es un misterio cómo la epopeya wagneriana fue una fuente narrativa para Tolkien, tanto en los hilos argumentales como en la intensidad de la trama. Por ello es lógica la decisión de Howard Shore de recurrir a un laborioso trabajo en base a motivos conductores para identificar personajes o ideas, técnica que patentara el compositor germano. Estos mismos temas se repiten, reinterpretan (como el uso de un violín solista para darle un nuevo significado al ya famoso tema del anillo en el primer tema del disco, "A storm is coming") y transforman en esta nueva entrega y se intersectan muy bien con los nuevos motivos que incorpora la tercera parte, como la majestuosa y señorial melodía que caracteriza a la ciudad de Minas Tirith.
Deslumbran la riqueza tímbrica que desarrolla Shore, la opulencia sonora que extrae de la Filarmónica de Londres, el talento con el que utiliza las masas corales y su capacidad para pasar de la música de belleza más elegíaca (como en "Twilight and shadow", con la etérea voz de la cotizada soprano Renée Fleming, que interviene en otros dos temas) a la que ilustra la más siniestra y oscura amenaza (el mejor ejemplo es "Shelob’s lair", en que las frenéticas cuerdas que acompañan el encuentro entre el hobbit Frodo y Ella-laraña homenajean a Bernard Herrmann, el músico favorito de Hitchcock), pasando por la épica más vibrante ("The ride of the rohirrim", "The fields of the Pelennor"). Mención aparte para los solistas: además de la estupenda Fleming, el prestigioso flautista Sir James Galway y la voz del niño soprano Ben del Maestro, que ya cautivó en «Las dos torres». También intervienen dos de los actores del elenco: la voz de Billy Boyd aporta una melancólica tristeza a la canción que interpreta para el senescal Denethor, en "The steward of Gondor", y Viggo Mortensen entona una estrofa élfica durante la coronación de Aragorn en «El retorno del rey».
Aunque sin dudas se disfruta aun más si se ha visto la película antes, la admirable conjunción entre música e imagen de El retorno del rey no es obstáculo para que cualquiera pueda apreciarla. Porque pocas partituras cinematográficas en los últimos años han logrado el conmovedor impacto que provoca en el oyente los cinco temas que cierran este disco (incluyendo la canción que acompaña los créditos finales de la película y también postula al Oscar, “Into the West”, en emotiva y poderosa entrega de Annie Lennox): media hora de pura magia auditiva, que de seguro emocionará hasta las lágrimas a más de un seguidor de El señor de los anillos. A menudo el exceso de adjetivos positivos abruma, pero acá están totalmente justificados, porque tal vez muchos ya no quieren saber más de hobbits, orcos y anillos, pero difícilmente podrán negar que el titánico esfuerzo de Peter Jackson y su equipo no podía encontrar un mejor equivalente musical que este.
Ojo, para los más fanáticos: en algunas disquerías especializadas se puede encontrar o encargar la edición limitada de este disco, que además de su lujoso envase incluye un DVD con una canción extra de Annie Lennox, un breve documental que muestra el proceso creativo de Shore y una sinopsis de la trilogía. Y también se puede encargar la caja especial que incluye los tres discos con la banda sonora de la saga completa.
Joel Poblete M.
Howard Shore, “El señor de los anillos: El retorno del rey” (“The lord of the rings: The return of the king, 2003, Reprise/WMG)
1. A storm is coming, 2. Hope and memory, 3. Minas Tirith, 4. The white tree, 5. The steward of Gondor, 6. Minas Morgul, 7. The ride of the rohirrim, 8. Twilight and shadow, 9. Cirith Ungol, 10. Andúril, 11. Shelob’s lair, 12. Ash and smoke, 13. The fields of Pelennor, 14. Hope fails, 15. The Black Gate opens, 16. The end of all things, 17. The return of the king, 18. The grey havens, 19. Into the west.
Duración: 72:05
Música compuesta, orquestada, dirigida y producida por Howard Shore.
Album producido por Peter Jackson, Fran Walsh y y Paul Broueck.
London Philharmonic Orchestra, The London Voices, The London Oratory School Schola. Solistas: Renée Fleming, Sir James Galway, Ben del Maestro, Billy Boyd, Viggo Mortensen. |