A crow left of the murder
Incubus reseteó su disco duro. En la papelera quedaron las pulcras mezclas que engalanaron sus anteriores álbumes y que inscribieron su sonido como parte del ahora agonizante nü-metal. Por cierto, Incubus nunca figuró del todo cómodo en aquella foto familiar de rockeros partidarios del grito y los riffs horneados en Re.
La inquietud estilística de la banda ya asomaba desde
Make yourself (1999), cuando contrataron a Scott Litt (R.E.M.) como productor, un tipo más cercano a la sensibilidad que al gesto destemplado. Con
Morning view (2001) el quinteto californiano no sólo timbró pasaporte de superestrellas, sino que sembró dudas por la tentación de escribir una segunda parte de aquel disco, para engordar billeteras y ver pasar los cadáveres de sus compañeros de generación. En este disco, el guitarrista Mike Eiziger liberó al jazzista que lleva dentro; aventura en la que lo sigue el baterista José Passillas. A la par, el cantante Brandon Boyd, si bien reitera su admiración por la faz melódica de Mike Patton, ilumina con su tono esperanzador pasajes brillantes, como la canción que bautiza el álbum. En discos como éste la señal es contundente: el futuro del rock no está en el pasado, sino en estimular el propio instinto.
Marcelo Contreras
Incubus, “A crow left of the murder...” (2003, Epic/Sony)
1.Megalomaniac, 2.A crow left of the murder, 3.Agoraphobia, 4.Talk-show on mute, 5.Beware! criminal, 6.Sick sad little world, 7.Pistola, 8.Southern girl, 9.Priceless, 10.Zee Deveel, 11.Made for TV movie, 12.Smile lines, 13.Here in my room, 14.Leech.
Duración: 58:45
Integrantes: Brandon Boyd (voz y percusión), Michael Einziger (guitarra), DJ Kilmore (tornamesas), Ben Kenney (bajo), José Pasillas II (batería).
Producción: Brendan O´Brien. |