Hernán y la marioneta
Las fotos de carátula no lo delatan lo suficiente. Tampoco los riffs con que se abre el disco, un cover para “Cheques” de Luis Alberto Spinetta. Pero entonces Hernán Pelegrí abre la boca y viene el déjà vu: esta voz la hemos escuchado antes.
A Hernán Pelegrí no sólo lo escuchamos, sino que lo vimos durante el pasado invierno quizás más de lo que hubiésemos querido. Finalista del reality-show
Protagonistas de la música, el joven compartió con Chile su canto en la ducha (literalmente) y en los reducidos escenarios que le permitía una llamada “casa-estudio”. Ya entonces distinguió sus fortalezas: un torrente vocal poderoso y grave, más cómodo en los temas rockeros que en las insulsas baladas con que le obligaba a ensayar Andrea Tessa. Hernán no ganó pero consiguió novia, comparaciones con Lenny Kravitz y un detalle nada menor: un contrato discográfico que aquí se cumple con su primer álbum.
Cuando la decepcionante serie de publicaciones amparadas en el programa
Rojo —mucho cover, poco riesgo, un promedio de edad sospechosamente bajo— hacen perder la fe en que de la televisión puedan surgir intérpretes con carácter,
Hernán y la marioneta recuerda por qué los prejuicios son siempre injustos. Dirigido, cohesionado, estupendamente producido e interpretado, éste es un disco evidentemente superior incluso a los de muchas bandas que defienden su credibilidad manteniéndose lejos de los medios. Nueve de los diez temas son composiciones originales del cantante, canciones convencionales de rock que líricamente siguen la línea de lamento y rabia que han impuesto los músicos vestidos de negro, y que melódicamente logran fluir con naturalidad, con quiebres y crescendos que las mantienen vivas, y que permiten que el disco mantenga un nivel de pareja energía. Esa fuerza compensa lo predecibles que pueden ser versos sobre el amor juvenil y el autoconocimiento, aunque Hernán se las arregla para mantener un cierto misterio a lo largo de un álbum que no ha querido descansar solamente en sus dotes vocales y que puede significar el inicio de una carrera autoral cuyas evidentes deudas de influencia no ahogan, aún, una energía ejemplar.
Marisol García C.
Hernán y La Marioneta, “Hernán y la marioneta” (2004, BMG)
1.Cheques, 2.Prometeo, 3.Boca llena, 4.Cada 43 segundos, 5.Dijo el picao, 6.Stand by Romi, 7.Respuestas mal interpretadas, 8.Muerte súbita constante, 9.Fight club, 10.Carolina.
Duración: 38:59.
Intérpretes: Hernán Pelegrí (voz y guitarra), Roberto Cercós (guitarra), Eduardo Brownell (bajo y voz), Sebastián Jaramillo (batería).
Producción: Cristián Heyne y Daniel Guerrero.
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