El gran pez
Dos lugares comunes ineludibles surgen al escuchar este disco. Primero, el temor de las casas discográficas a editar sólo las bandas sonoras compuestas para las películas, porque puede ser poco comercial; de ahí que siempre opten por llevar algunos temas acompañados por canciones “oreja” que aparecen en la cinta, para así llegar a la mayor cantidad de público posible. Esta opción (que no hay que confundir con los
soundtracks especialmente compuestos por canciones, como las inigualables selecciones de Quentin Tarantino) se repite acá, pero afortunadamente no es tan grave: aunque el disco de la música de
El gran pez parte con las canciones, éstas sólo ocupan 20 de los 60 minutos que dura el álbum. Y la medida puede ser efectiva, porque entre otros aparecen clásicos de Bing Crosby, Buddy Holly, Elvis Presley y The Allman Brothers Band, además de la melancólica canción “Man of the hour”, compuesta especialmente para el filme (y por cierto, muy adecuada a su historia y estilo) por Eddie Veder, que la canta junto a sus músicos de Pearl Jam.
El segundo lugar común: que por los resultados artísticos y la continuidad estilística en el tiempo, el trabajo de la dupla creativa conformada por el compositor Danny Elfman y el cineasta Tim Burton, que ya puede fácilmente figurar al lado de clásicos como Bernard Herrmann/Alfred Hitchcock, Nino Rota/Federico Fellini o John Williams/Steven Spielberg. Sea o no exagerada esta afirmación, es imposible juzgar la trayectoria de ambos sin tener en cuenta al otro: incluyendo este
Gran pez, desde 1985 Elfman ha escrito la música para nueve de las diez cintas dirigidas por Burton (sólo falta
Ed Wood, en la que la partitura fue de Howard Shore), a las que puede agregarse la maravillosa
El extraño mundo de Jack, un encantador musical animado en el que el director sólo ofició como productor.
Pero a lo largo de 24 años de trayectoria (tras sus inicios en la banda Oingo Bongo) la música de Elfman no sólo se ha limitado a Tim Burton; también suele acompañar al director Sam Raimi, es famoso por el ya clásico tema central de la serie televisiva
Los Simpson, ha trabajado en más de un proyecto con características especiales (como modernizar el legendario tema de Lalo Schifrin para
Misión: Imposible en la versión fílmica de Brian De Palma, readaptar la partitura de Bernard Herrmann en el
remake de
Psicosis o componer la música incidental para los pocos momentos de
Chicago en los que no se cantaba) y posee una particular inventiva para acompañar las adaptaciones del
comic al cine, como lo demostró no sólo en los dos
Batman de Burton, sino además en
Dick Tracy,
El hombre araña y
Hulk. Es que la capacidad lúdica de la música de Elfman es una de las constantes en su trabajo, como también la habilidad para describir tanto la ternura y emoción (basta escuchar
El joven manos de tijera) como la parodia y el desenfreno (
Marcianos al ataque).
A los 50 años, el músico obtuvo su tercera nominación al Oscar por este
El gran pez. Curiosamente, era la primera vez que era nominado a la estatuilla gracias a una película de Burton; antes sólo postuló por
Hombres de negro y
En busca del destino, ambas en 1998. Para ser sinceros, no se puede decir que sea una de las cimas en la carrera de Elfman, de hecho hasta es un trabajo previsible conociendo sus antecedentes musicales. Se trata de una partitura que no elude guiños obvios a las marcas de fábrica “elfmanianas”, como en el vigoroso tema que desarrolla en “The growing montage”, o la mágica “Underwater”, en la que la sutileza de las cuerdas, unida a la percusión y las voces corales, recuerda a otros títulos del autor.
Eso sí, en esta nueva colaboración con Burton la música aprovecha el marco geográfico en el que se desarrolla la historia para incursiones folclóricas, como el violín solista en los temas “Shoe stealing” y “Rebuilding”. Aunque Elfman también puede citar a Dvorák y Sibelius en la dulzura que las cuerdas exhiben en “Sandra’s theme”, y sabe ser más contemporáneo en “Return to Spectre”. También es un acierto la divertida “Twice the love”, la canción de las gemelas siamesas, mezcla de exotismo oriental, swing y sonoridades jazzísticas.
Pero en definitiva no se puede ser demasiado severo con este disco, porque la emoción que se va apoderando de la partitura en los últimos temas desarma a cualquier crítico. Desde “Sandra’s farewell” hasta los títulos finales, un verdadero clímax musical acompaña uno de los más conmovedores desenlaces cinematográficos del último tiempo. En ese “Finale” que dura más de diez minutos, la música de Elfman es impulsiva, circense y finalmente lírica, triste y serena. El cierre de esta sencilla y otoñal composición es una nueva prueba de que el compositor comprende mejor que nadie la esencia del universo burtoniano.
Joel Poblete M.
Danny Elfman, Varios intérpretes, “El gran pez” (Big fish, 2003, Sony Music)
1. Man of the hour (Pearl Jam), 2. Dinah (Bing Crosby), 3. Everyday (Buddy Holly), 4. All shook up (Elvis Presley), 5. Five o’clock world (The vogues), 6. Ramblin’ man (The Allman Brothers Band), 7. Let’s work together (Canned heat), 8. Pictures, 9. Big fish (titles), 10. Shoe stealing, 11. Underwater, 12. Sandra’s theme, 13. The growing montage, 14. Leaving Spectre, 15. Return to Spectre, 16. Rebuilding, 17. The journey home, 18. In the tub, 19. Sandra’s farewell, 20. Finale, 21. End titles, 22 Jenny’s theme, 23. Twice the love (Siamese twin’s song, Bobbi Page y Candice Rumph).
Duración: 60:59
Tracks 8 al 23, música compuesta por Danny Elfman.
Productores: Tim Burton, Glen Brunman, Lia Vollack.
Orquesta no identificada, conducida por Nick Ingman. |