Luna
Vida nueva para la cantante de jazz chilena radicada en Nueva York. Ahora trabaja con Maxjazz, sello independiente pequeño que conoce en profundidad uno de los principios vitales para los músicos: nada puede ser más importante que la total libertad artística. Así ha sido para Claudia Acuña en este
Luna, tercer álbum de su rutilante carrera en el jazz, posiblemente la figura chilena más exitosa del género (si consideramos esta vez su impacto a nivel mundial).
Si antes la Acuña se había establecido en la Gran Manzana como una exótica cantante de jazz proveniente desde el último confín de América Latina, y había logrado publicar dos álbumes previos de tendencia al standard con la prestigiosa casa Verve (
Wind from the south, 2000 y
Rhythm of life, 2002), hoy su mensaje parece haber girado en una graduación cercana al 180 en la circunferencia: Claudia Acuña es otra. Y Maxjazz dio su visto bueno al proyecto de la chilena al registrar el momento histórico que transita Acuña después del tiempo vivido en la capital mundial del jazz.
Luna nos pone hoy enfrente de una cantante que está mucho más cerca a la actual Francesca Ancarola (con trío jazzístico como soporte) que a la misma Claudia Acuña de los comienzos discográficos con Verve. Es ciertamente, un camino recorrido hacia adelante. Una premisa que se puede confirmar al efectuar audiciones sobre la colección de tonadas latinoamericanas que ella, junto al magistral pianista y arreglador Jason Lindner –hombre de confianza de nuestra solista vocal- reconstruyeron para el levantamiento de este álbum. Ejemplos claros son los boleros jazzificados “Esta tarde vi llover” (Armando Manzanero) y “Tú, mi delirio” (César Portillo de la Luz) aunque el segundo funciona más que el primero. De igual forma ocurre con las recurrentes “Océano” y “Lilas” (Djavan) y los acertados ensayos compositivos propios a través de canciones que llevan su firma: “Historias”, “Chorado” y la juguetona “Carita de luna”.
Pero al repasar los pasajes de
Luna una y otra vez, no quedan dudas de que la canción más profundamente arraigada, tan inspiradora como desgarradora, es “Arrímate, mi amor”, una pieza que congrega a tres chilenos en torno a sus
versos: la intérprete Claudia Acuña y sus autores Pedro Greene y Jorge Díaz.
Ven, arrímate mi amor / que mi alma está en tu vida / que el correr de mi vida es un milagro / y es tu pecho quien me enseña.
Íñigo Díaz
Claudia Acuña, “Luna” (2004, Maxjazz)
1. Esta tarde vi llover, 2. Yesterday you and i, 3. Tú, mi delirio, 4. Arrímate mi amor, 5. Historias, 6. Chorado, 7. A meditation on two chords, 8. Océano, 9. Yo no llevo la razón, 10. Lilas, 11. Carita de luna.
Duración: 51:21
Personal: Claudia acuña (voz), Jason Lindner (piano acústico y Fender Rhodes), John Benítez (contrabajo y bajo eléctrico), Gene Jackson (batería), Luisito Quintero (percusión), Jimmy Greene (saxo soprano).
Producción: Jason Lindner y Claudia Acuña. |