Educación sentimental
La canción popular –la que le gusta a la masa latinoamericana, la sentimentalmente destemplada, la balada de amor para cantar en soledad y bailar en pareja— puede abrazarse con convicción o ironía, y gracias a Dios lo segundo ya pasó de moda. El gusto del joven cantautor Ygal Glisser por la canción de amor tradicional surge de una convicción sincera y es, por ello, un interés que el músico considera sin burlas. No es lo suyo la cita retro ni el regocije en el exceso. Toma la composición amorosa como lo hacen contemporáneos suyos del prestigio de Babasónicos, Julieta Venegas o Vicentico. Es probable que pocos se lo reconozcan, pero Ygal es un músico mucho más actual que varios que se deleitan en sus secuencias electrónicas ultra-avanzadas y en sus referencias esnob al Primer Mundo.
Algunas de las lecciones que hoy aplica en su primer disco solista, Glisser debe haberlas aprendido en sus tiempos de militancia pop como guitarrista de Canal Magdalena (con quienes grabó dos álbumes y un par de EPs). Pero ahora a cargo de un álbum de autor, suelta las apretadas amarras comerciales o de identidad rockera para atreverse con un álbum sin medida en lo romántico –siútico a veces–, pero certero ajuste en los arreglos. Los excesos poéticos que Glisser se permite al hablar de amor se compensan con la austeridad en los timbres de canciones guiadas por melodías nobles de guitarra acústica, sobre las cuales se ubican sutiles secuencias o sampleos de cuerdas. El tono es más eléctrico que acústico, y apunta siempre a una sonoridad inconfundiblemente latinoamericana. Hay aquí canciones que pudiesen haberse concebido en una playa brasileña y otras, más impúdicas, sobre la arena de Miami.
Un auditor de pop británico arriscará la nariz hasta que se concentre en la guitarra al medio de “Te amo”, el rasgueo suave que da inicio a “Please” o las cuerdas que se elevan hasta el cielo al final de “Cobarde”. Son ideas valiosas, que Ygal y su productor Alejandro Gómez (Solar) probablemente desarrollaron sin una pizca de ironía. El riesgo de este disco no va tanto por su asumido sentimentalismo, como por la languidez excesiva que avanza en temas como “Playa Ancha”, en el cual puede cansar la autoreferencia de versos pedestres. Pero es la flaqueza de un álbum valiente, de parte de un cantautor joven que comprende rápido el híbrido de nuestra cultura, e intenta depurarlo en composiciones imperfectas y honestas.
Marisol García C.
Ygal, “Educación sentimental” (2004, Música Fácil)
Disponible en info@ygal.cl
1.Te amo, 2.Camila, 3.Playa Ancha, 4.Please, 5.Huachita, 6.Veneno, 7.Para siempre, 8.Demonios, 9.Luna, 10.Cobarde.
Ygal Glisser: composición, voz, guitarras, teclados y charango.
Músicos invitados: Mariano Pavez (bajo), Max Glisser (programaciones), Kamal Lues (programaciones).
Producción: Ygal Glisser y Alejandro Gómez. |