Los ojos de Claudia
Claudia es una mujer que a todas luces debe ir orgullosa por las calles de Valparaíso. Posiblemente lo haga de la misma forma que en cierta época –aunque guardando las irrenunciables proporciones históricas- debieron sentirse las musas Naima y Frances, cuando sus enamorados compusieron piezas con sus nombres: John Coltrane escribió “Naima” y Miles Davis, “Fran dance”. Desde el derruido puerto principal aparece el pianista Gonzalo Palma, para muchos un jazzista desconocido. No sólo tituló una bella balada como “Los ojos de Claudia”, sino que derechamente rotuló así su primer disco como líder. Por algo Claudia va sonriente por la vida, aunque seguramente ninguno de los transeúntes con los que se cruza todas las mañanas sepa algo de esta dedicatoria.
Gonzalo Palma, no es en absoluto un aparecido. Tal vez su emplazamiento permanente en Valparaíso lo obligue a salir de un circuito jazzístico hipercentralizado en la capital, pero en su propio terruño es actualmente uno de los hombres más activos. Fue miembro del conjunto latin-jazz Irazú (encabezado por el saxofonista chileno Raúl Gutiérrez) y de la Orquesta del Casino de Viña (big band que alguna vez dirigió Pablo Garrido, el prócer del jazz chileno). Lidera -o co-lidera, según el punto de vista- el ensamble Valparaíso Jazz Trío, conjunto punta de lanza de la escena porteña, con quien ya grabó un álbum.
Aprovechando la visita de Marcelo Córdova, bajista porteño radicado en París, reorganizó el Valparaíso Jazz Trío e ingresó al estudió para grabar este debut ensoñado y con dedicatoria,
Los ojos de Claudia. Un ensayo bop que funciona desde todas las perspectivas. Sin pretensiones, sin querer publicar el disco más importante de la historia, fue grabado en vivo en la Sala Musicámara de la Universidad de Valparaíso (algo así como un equivalente la Sala Master de la Universidad de Chile). El resultado es más de lo esperado. Córdova reemplaza al contrabajista original Carlos Rossat e intenta a través de un destrastado instrumento eléctrico acercarse lo más posible a la sonoridad del contrabajo (mientras lo estudia en Francia). Ariel “Yelo” Aguirre es un hombre-ancla al parecer irreemplazable. Su toque está en conexión directa con Palma y todas aquellas composiciones que le dan al líder una categoría distinta en nuestro jazz: de pronto no hay nada más aburrido que volver a escuchar sets de standards noche tras noche. En
Los ojos de Claudia, Palma demuestra que hoy es el día de partida en su historia discográfica: bop explosivo con “La chorrillana”, estudio jazzístico con el bolero clásico “Contigo en la distancia”, raíces latinoamericanas con “Vodka tónica” y balada romántica con “Los ojos de Claudia”. No puede echar pie atrás.
Íñigo Díaz
Gonzalo Palma Trío “Los ojos de Claudia” (2004, Independiente)
1. Los ojos de Claudia, 2. Vodka tónica, 3. Febrero, 4. El patio ingles, 5. Contigo en la distancia, 6. La chorrillana.
Duración: 45:17
Personal: Gonzalo Palma (piano), Marcelo Córdova (bajo), Ariel Aguirre (batería).
Producción: Gonzalo Palma y Claudia Aranda. |