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Soy pequeña y el mundo es grande / pero nada me asusta". Avril Lavigne tiene una feroz conciencia de su magnitud planetaria, aunque sabe bien que ella no es como cualquier otra chica de 19 años, en parte porque su tamaño en la industria musical de Norteamérica no es, precisamente, pequeño. Su biografía es de esas historias excepcionales que sólo se entienden dentro del contexto de Estados Unidos, acaso el único país donde cantarle a los chicos que andan en skate, maquillarse los ojos con sombra negra y recurrir más de lo conveniente a la distorsión de guitarras resultan suficientes pruebas de actitud. Es en esa vereda donde transita Avril, la canadiense, y sus millones de fans norteamericanos tienen en éste, su segundo álbum, más de lo mismo.
Su fórmula es una rudeza que no inquieta, un pop vestido de rock y un formato en extremo convencional que se adecua bien a las radios y las cadenas de videomúsica. Avril es linda y frágil, se parece a veces a Meg Ryan, pero sus auditores quieren ver en ella a una suerte de nueva Alanis Morissette. Pero Avril es el tipo de cantante que se escucha bien adentro de un
mall o una fiesta con vasos plásticos. No es la música que ponemos para creer que estamos comprendiendo al mundo ni rebelándonos contra algo. Éste es un disco pensado para vender millones, con tres productores a cargo, y composiciones siempre firmadas parcialmente por Avril. Alterna entre baladas suaves ("Don´t tell me", "How does it feel") y golpes eléctricos como "Forgotten", que da un poco de miedo y recuerda a Evanescence. Es un álbum de canciones muy parecidas entre sí, que se termina haciendo un poco largo pero que satisface las ansias discretas de los jóvenes ABC1 sin la densidad suficiente para comprender que una voz generacional debiese ser un poco más profunda que esto.
Marisol García C.
Avil Lavigne, "Under my skin" (2004, Arista/BMG)
1.Take me away, 2.Together, 3.Don’t tell me, 4.He wasn’t, 5.How does it feel, 6.My happy ending, 7.Nobody’s home, 8.Forgotten, 9.Who knows, 10.Fall to pieces, 11.Freak out, 12.Slipped away.
Duración: 40:56
Producción: Don Gilmore, Butch Walker, Raine Maida. |