Lado B
Una nueva dimensión compositiva y de interpretación sobre la guitarra de Emilio García se expone a través de las series instrumentales que conforman este
Lado B. Técnicamente, la cara reversa de un viejo long play -así como la de cualquier disco de 78- siempre presentó el material de “segunda categoría” dentro de un producto musical. Para el público masivo el lado B jamás tuvo mayor atractivo, aunque para el melómano las respuestas más claras estaban al voltear el disco y clavarle la aguja.
Emilio García es conocido largamente como un virtuoso de la guitarra eléctrica. Después de Edgardo Riquelme, su figura es referencial en el jazz-rock chileno. Incluso desde fines de los 80, cuando comandaba las performances de Trifusión, banda con Marcelo Aedo en el bajo eléctrico (del grupo Alsur) y Raúl Aliaga en la batería (futuro integrante de Fulano). Y en su operativa como solista se distingue una cruza entre algún blusero histórico como B.B. King y un arrollador gimnasta de la electricidad como Scott Henderson.
Por esta misma razón, las audiciones de
Lado B nos entregan las señales de un guitarrista distinto que se había mantenido oculto tras la imagen que el propio García proyectó al público por años. No sólo de despliegue técnico y lluvia torrencial de notas una tras otra vive este solista. También hay tiempo y espacio para composiciones personalizadas, que no tienen la urgencia de un groove permanente y la explosión solística acostumbrada.
Después de sus predecesores
Emilio García Trío en vivo (1996) y
Ultrablues (2002)
Lado B entrega opciones alternativas para la guitarra. Las bellas piezas “La despedida” y “Cueca del niño” dan cuenta de un García capaz de desenchufar su instrumento y en consecuencia desconectar también su mente. De la misma manera ocurre con otras de estas piezas originales: “Tsunami” (con aires flamencos), “El partido” (de fondo latin jazz), “Coros” (una curiosa forma bolerística) y “La bienvenida” (mezcla de guitarra paraguaya y tonada chilena intervenidas). Emilio García sabe los puntos que calza. Trabaja en solitario pero también se rodea de diestros solistas, como los que actúan en este disco: el bajista Miguel Pérez (de Mandrácula y Aguaturbia), el pianista Lautaro Quevedo (sideman de Jorge Díaz y Rossana Saavedra), el baterista Felipe Candia (del grupo bop Nexus) y Carlos Basilio (hombre clave en Entrama).
Lado B será lanzado el 17 de junio en la Sala Master.
Íñigo Díaz
Emilio García, “Lado B” (2004, Fondart)
1. Tsunami, 2. Whynot, 3. El partido, 4. Coros, 5. La bienvenida (a Magadalena García), 6. Por siempre (a Paulina García), 7. Cueca del niño, 8. Montegrande, 9. Bolbosa, 10. Playa del Carmen, 11. La despedida.
Duración: 45:59
Personal: Emilio García (guitarras), Miguel Pérez (bajo electroacústicos y bajo fretless), Lautaro Quevedo (piano), Felipe Candia (batería), Carlos Basilio (percusiones).
Músicos invitados: Tomás Thayer (flauta), Prabha (flauta), Juan Gronemeyer (tabla)
Producción: Emilio García. |