The girl in the other room
Diana Krall se casó con Elvis Costello, y cambió de piel. No es que haya subido de pelo, sino que cambió de propuesta. Se oscureció. Dejó de ser la fantasía erótica de cierto tipo de viejo más o menos verde aficionado al jazz, que veía en ella la materialización de un milagro: la existencia real de una joven buena moza que supiera los
standards al revés y al derecho, tocara bien el piano y disfrutara tanto con Fats Waller, como sus amigas lo hacían con Bryan Adams.
Con tanto cambio, Diana Krall parece estar en estreno perpetuo, a pesar de que su talento ya ha sido probado y avalado por varias portadas en revistas especializadas. En esta ocasión, en su audaz modelo 2004, la cantante y pianista presenta un disco más interesante que los anteriores. Apunta hacia una audiencia menos vieja, y es notorio que el generoso Costello no sólo comparte con ella su hinchado corazón, sino que también la invitó a compartir su público, que a estas alturas es un buen montón de adultos jóvenes.
"The girl in the other room" es un disco impecable articulado a partir del jazz, desde donde se desplaza hacia otros derroteros afines. Tiene un tono menor y melancólico; algo aburrido también, por cierto. De alguna forma, está a un pelo de ser un disco de
covers: de las doce canciones que lo conforman, cinco corresponden a material prestado. La elección de los préstamos es brillante y acusa la mano de Costello. Se trata de canciones de Mose Allison, Tom Waits, Joni Mitchell, Chris Smither y de su propio marido.
Marcelo Somarriva Q.
Diana Krall, “The girl in the other room” (2004, Verve/Universal)
1.Stop this world, 2.The girl in the other room, 3.Temptation waits, 4.Almost blue, 5.I’ve changed my address, 6.Love me like a man, 7.I’m pulling through, 8.Black crow, 9.Narrow daylight, 10.Abandoned masquerade, 11.I’m coming through, 12.Departure bay.
Producción: Tommy LiPuma y Diana Krall. |