31 canciones de amor y una canción de Guaripolo
Mucho más que el superventas primer disco de
31 minutos, el nuevo compilado de canciones del programa de muñecos de TVN agrupa a la casi infinita fauna de personajes que sostienen el noticiario infantil. Es un álbum más largo, con un total de quince canciones con estructura de tales (estrofa-estribillo-estrofa) y el estreno absoluto de igual cantidad de nuevos intérpretes (a excepción de la Sonora de Tommy Rey, a cargo de una irresistible versión de “Yo nunca vi televisión” en clave de cumbia). Nos vemos, así, obligados a memorizar nuevos nombres de estrellas: Dinosaurio Roberto, Ezequiel Tapia y Los Tapia, Juan Tástico, y Otto y Los Sarcófagos del Ritmo, entre otros, son los nuevos alias en que las voces versátiles de Pedro Peirano, Álvaro Díaz, Daniel Castro, Rodrigo Salinas, Alejandra Dueñas, Pancho Schultz y Patricio Díaz, se adaptan a los diversos géneros desarrollados principalmente por Pablo Ilabaca (Chancho En Piedra).
Parte importante de la gracia de este álbum es el modo en el que se mezclan las citas más disparatadas. Entre el guiño al horrible General (el panameño) de “Objeción denegada” a la sentida interpretación de “El sueño imposible” (sí, la misma de
El hombre de la mancha), se acomodan arreglos de rap, tecno, big-band de jazz, bolero sicodélico (al modo de Los Ángeles Negros) y rock de baja fidelidad. Bajo el humor de versos que siguen siendo fieles al lado más ingenioso de la lógica infantil (“
Toco cuatro timbres y me pongo a correr rápido”, “
yo no quiero ser niño problema / sólo quiero de curso pasar”,”
ando en calzoncillos sin pudor / escapando del calor que hace en Navidad”), descansa el gran mérito del proyecto musical de
31 minutos, que es el de creadores de irreprochable cercanía a los códigos de lo popular, capaces de tomarlos sin pedante sarcasmo y ponerlos a disposición de sus objetivos. En este caso, los fines de humor, empatía y rápida persistencia en la memoria de letras y melodías están plenamente satisfechos. Que
31 minutos cumpla, además, con otros intereses del mundo adulto ya es otra historia, pero no vamos a venir a analizar con seudo-psicología un disco que termina con una canción que se llama “Mala”, interpretada con una pala conectada a un amplificador “Sharshall” por un sujeto de lana naranja llamado Guaripolo.
Marisol García C.
“31 canciones de amor y una canción de guaripolo” (2004, Aplaplac / La Oreja)
1.Experiencia Guaripolo, 2.Yo nunca vi televisión, 3.Al revés, 4.Severlá, 5.Cuéntanos, 6.Doggy style, 7.El señor interesante, 8.La señora interesante, 9.Objeción denegada, 10.Sólo Dios sabe que existen, 11.Exterminadores de ratones, 12.El dinosaurio Anacleto, 13.Cebollón, 14.Calurosa Navidad, 15.El arrepentimiento de Juan Carlos Bodoque, 16.Navidad en 31 minutos, 17.Boing, boing, boing, 18.El compromiso de Maguita, 19.Maguito explosivo, 20.El conocido periodista Mario Hugo, 21.Dimensión hermosa y desconocida, 22.Rin raja, 23.Cosas que buscan cosas, 24.Nunca me he sacado un siete, 25.Molinos de viento vampiros, 26.Sueño imposible, 27.Hielito, 28.Papá, te quiero, 29.31 minutos big band, 30.Sopapiglobo, acompáñame con la guitarra, 31.Mala.
Duración: 42:32
Voces: Pedro Peirano, Álvaro Díaz, Daniel Castro, Rodrigo Salinas, Alejandra Dueñas, Pancho Schultz, Patricio Díaz, Lorena Penjean, Tommy Rey.
Intérpretes: Pablo Ilabaca (guitarra, bajo, batería, sintetizadores, percusión y efectos), Carlos Espinoza (guitarra, bajo, batería, piano, sintetizadores), Pablo Aguilar (bajo), Cristián Moraga (percusión) + Sonora de Tommy Rey + 31 minutos Big Band.
Producción: Pablo Ilabaca, Álvaro Díaz. |