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Once

17 de Agosto de 2007 | 01:14 |
Once

El quinteto finlandés que fusiona metal, canto lírico y orquestaciones sinfónicas vuelve a sorprender con su quinto álbum, que no escatima en recursos estilísticos y musicales a la hora de defender su interesante propuesta.

Además de los músicos de la banda, en Once se registra la participación de una notable orquesta de sesión, conformada por destacados músicos británicos, entre los que sobresalen nombres como los del reputado cellista Anthony Pleeth.

Como en los álbumes previos, el compositor principal es el tecladista Tuomas Holopainen, quien, además de la música, también escribe cada una de las letras, con excepción de “The Siren” y “Romanticide” hechas en conjunto con Emppu Vuorinen (guitarra) y Marco Hietala (bajo), respectivamente. Este último también compuso “Higher Than Hope”, único corte en el que no tiene participación Holopainen.

La voz de la carismática mezzosoprano Tarja Turunen suena más hermosa y maneja más matices expresivos y tímbricos que en sus trabajos anteriores. Se nota que se ha graduado en sus estudios líricos. En este álbum, en la mayoría de las canciones canta sin impostación, dejando ese recurso operístico principalmente para los estribillos.

La fuerza metal de Nightwish sigue vigente en este CD, que comienza con la majestuosa “Dark Chest of Wonders”, que cuenta con un poderoso riff inicial y muchos cambios de ritmo y voces intercaladas a lo largo de la canción. El arreglo orquestal y coral hecho por Pip Williams (Status Quo, Uriah Heep) resulta tremendamente efectivo.

“Wish I Had An Angel” es uno de los temas más pegajosos del disco. A la dulce voz de Tarja Turunen se suma el estilo más rudo y grave de Marco Hietala en el estribillo, creando un flujo de contrastes sonoros muy atractivo y variado. Este apasionante juego de voces también se da en “Planet Hell”.

El primer sencillo, “Nemo”, mantiene una base metalera pesada, aunque bajando un poco la intensidad. El ritmo también es más pausado y los arreglos son más sencillos, destacando sobre todo un corto, pero buen solo de guitarra ejecutado por Emmpu Vurinen.

La composición acústica “Kuolema Tekee Taiteilijan” (“La muerte hace al artista”), escrita en suomi o finés, refleja como Nightwish nunca ha dejado de lado sus raíces, creando canciones en su idioma y rescatando el folclore de su país. Sin embargo, también se sienten atraídos por otras culturas, como la de los indígenas norteamericanos, cuya historia y espíritu retratan en “Creek Mary’s Blood”, que habla sobre el pueblo y el espíritu de la nación Lakota. En el tema participa el músico de ese origen John Two-Hawks (John Dos Halcones), quien además de cantar y recitar una oración, toca magistralmente su flauta nativa.

“The Siren” cuenta con una fuerte carga sugestiva, lograda a través de un coro que evoca la idea que se puede tener del poder de encantamiento del canto de estas criaturas mitológicas. Voces agudas y enigmáticas acompañan a la dramática interpretación de Marco Hietala. Otro toque interesante, en la exploración de timbres y sonoridades que impulsa a la banda, es la incorporación de una cítara, instrumento que también se hace presente en “Ghost Love Store”, junto a un hermoso solo de cello.

En Once no hay tema que parezca relleno. Es una hora de música interpretada excepcionalmente por estos cinco jóvenes músicos. La orquesta también juega aquí un papel fundamental, a diferencia de lo que sucede con muchas otras propuestas musicales que buscan darle aires “sinfónicos” a composiciones pertenecientes al ámbito de lo popular. En esta placa cada familia instrumental y cada intervención solista se percibe como corresponde y el arreglo de la orquestación no es un simple adorno, sino que está integrado como un real aporte al trabajo musical del grupo.

Nicole van Baal F.

Nightwish, "Once" (2004, Universal)


1. Dark Chest of Wonders, 2. Wish I Had An Angel, 3. Nemo, 4. Planet Hell, 5.Creek Mary’s Blood, 6. The Siren, 7. Dead Gardens, 8. Romanticide, 9. Ghost Love Score, 10. Kuolema Tekee Taiteilijan, 11. Higher Than Hope.

Duración: 60:02

Intérpretes: Tarja Turunen (voz), Tuomas Holopainen (teclados y pianos), Marco Hietala (voz y bajo), Jukka Nevalainen (batería), Emppu Vuorinen (guitarra).

Producción: Tuomas Holopainen y Tee Cee Kinnunen.
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