Mi sangre
El exitoso disco
Un día normal (2002) sembró algunas aprensiones sobre el carácter profundo de la identidad de Juanes como cantautor, pero el nuevo
Mi sangre no deja lugar a dudas: el colombiano está muy pero muy lejos de ser un rockero, y no tiene problemas en sumergirse en las aguas calmas de la fórmula de alcance masivo (se llame ésta balada, rap o rock "clásico") y permanecer ahí, aguantando la respiración, por todo el tiempo que sea necesario.
Pese a ser un disco más efectivo en términos de impacto,
Mi sangre es un trabajo decepcionante, en el cual Juanes ha optado por limpiar y pulir lo que sea le fuera quedando de sus tiempos independientes, y asumir su nueva condición de estrella con muchos de los códigos que engruesan las cuentas corrientes de Shakira, Miguel Bosé, Alejandro Sanz... gente así: al borde de la "credibilidad de autor", pero con una ambición comercial inocultable.
Tenemos al frente un disco presentado como "de profundo contenido social", pero en el que la mayoría de los versos son de amor. Ahí están "Nada valgo sin tu amor" (el primer single), "Ámame", "Para tu amor", "No siento penas", "Volverte a ver" (declaración amorosa de un guerrillero, aparentemente) y "Tu guardián"; baladas convencionales, que sin duda escucharemos en radios de aquí a la eternidad; sostenidas casi siempre en guitarra, y con incursiones sutiles de violines, percusión asociable a lo folclórico, órganos análogos, y un ritmo más o menos agitado. En esa senda, el experimento menos feliz es el de "Dámelo", una canción en la que Juanes se disfraza de Don Juan ("
Ah, que no tienes novio / Qué bien, eso me suena a mí mucho mejor / ¿Por qué no vamos a bailar, entonces?") y ensaya un rapeo que no puede sonar menos convincente.
Los productores Gustavo Santaolalla y Aníbal Kerpel son diablos viejos, y saben fundir muy bien la vocación pop de este disco, con las citas al folclore colombiano que pudieran llamar la atención continental. En ese sentido, una canción como "La camisa negra" es una composición redonda (aunque demasiado parecida a "A Dios le pido"). Si pudiéramos marcar la bifurcación de este disco, estaría en una punta de diamante donde confluyen las calles "balada pop" y "raíz".
La cacareada veta social de
Mi sangre es lo mínimo que uno esperaría de un colombiano que lee el diario y que no se llama Shakira. La canción más elocuente es "Sueños", un rock de guitarra y batería punk en el que Juanes canta cosas fuertes: "
Sueño con ir a trabajar / y mucho más con regresar". Más débil, "¿Qué pasa?" vuelve sobre lo obvio: "
La gente se está matando / la gente se está muriendo / Y yo sigo aquí sin comprender". Es un verso elocuente del gran pecado de
Mi sangre: la ingenuidad de un autor que parece haberse encandilado con los focos.
Marisol García C.
Juanes, "Mi sangre" (2004, Surco/Universal)
1.Ámame, 2.Para tu amor, 3.Sueños, 4.La camisa negra, 5.Nada valgo sin tu amor, 6.No siento penas, 7.Dámelo, 8.Lo que me gusta a mí, 9.Rosario Tijeras, 10.¿Qué pasa?, 11.Volverte a ver, 12.Tu guardián.
Duración: 45:21
Juanes: música y letra de todos los temas. Voz, guitarras, sintetizador, programaciones.
Producción: Gustavo Santaolalla, Juanes y Aníbal Kerpel. |