Antología
Dos fotos ilustran el interior de la carátula de la primera y muy completa antología del grupo Fiskales Ad-hok. Aunque en la toma antigua hay sorpresas (como la presencia de Pogo, por ejemplo, pues el líder de Peores De Chile también fue parte del grupo en sus inicios), no hay dudas de que —más allá de los kilos, los pelos y la ropa— vemos a una misma banda en actitud desafiante, aunque antes hayan sido los años ochenta, y hoy los Fiskales constituyan una referencia reconocible incluso por el mundo popular.
La descripción es un piropo: la banda punk valora sobremanera conceptos como "coherencia", y es innegable que hay un mismo pulso que alimenta las 21 canciones recogidas en este compilado. Entre recuerdos de sus composiciones de hace veinte años y el estreno de temas nuevos, la que respira es una banda que impone un mismo discurso por sobre la moda, lo efectivo, e incluso la contingencia del país al que le cantan. Bajo dictadura o democracia, Chile es un país lleno de problemas, donde el descontento es causa y efecto de una jerarquía social en el mejor de los casos, equivocada; en el peor, profundamente corrupta. Por eso, no puede cantársele con suavidad ni a las autoridades, ni a los bienintencionados; a veces, ni siquiera a uno mismo. "
No seas policía ni seas capellán / Escucha: no te metas en lo mío", recomiendan en "Libertad vigilada" (presentada aquí en una nueva versión grabada este año, al igual que otros seis títulos), y el verso vale más que ponernos a escribir un lato análisis del "ser punk". Los Fiskales entienden su música como un vómito ideológico (entendido como evacuación de aquello que hace daño), pero tienen también el valor de rescatar de esa rabia un sentido de trabajo que los salva del puro nihilismo.
En sus años de tocatas, en sus grabaciones, en la historia de su amistad y en la porfía de su independencia (es suyo el sello C.F.A.); los Fiskales han encauzado un impulso enérgico, más cercano a la fe que al escepticismo absoluto. Desde esa perspectiva,
Antología se disfruta como un álbum vivo y de varias lecturas subyacentes (sociales, culturales, estéticas), que el auditor es libre de interpretar o no. En un primer impacto, estas 21 canciones de punk son golpes enérgicos de guitarras agudas, acordes mínimos, melodías más o menos pegajosas, canto urgente. Los Fiskales nunca han sido una industria de ideas musicales, sino más bien los intérpretes leales de un género de coordenadas bien reconocibles; y que han reservado las sorpresas para la elección de sus
covers (aquí están "Resistiré" y "La cultura de la basura") o ciertos quiebres y solos bien pensados. A veces, el grupo no necesita ni un minuto para decir lo que haya que decir ("La malda" dura 58 segundos), y recurre al humor con una agudeza inusual ("La noche de las dueñas de casa vivientes"). Sabíamos que sus canciones pueden referirse a grandes temas sociales, pero la atención descubre también saludos ingeniosos a lo más pedestre de una noche ("Ron suicida") o el sentimiento frío hacia una mujer "
que no me necesita" ("Ángel").
Antología resume algunos títulos en tres "Mierdamix", cada uno de los cuales integra varios temas conocidos, en nuevas grabaciones o en vivo. La función de registro y resumen que un auditor busca en una selección discográfica se cumple aquí plenamente.
Marisol García C.
Fiskales Ad-hok, "Antología" (2004, C.F.A./GmbH)
1.Libertad vigilada, 2.Los malditos, 3.La malda, 4.La noche de las dueñas de casa vivientes, 5.Ron suicida, 6.Mierdamix 1 (Eugenia, El circo, Perra, Tevito, Gris), 7.Ángel, 8.Cuando muera, 9.Calavera, 10.Resistiré, 11.El patio con rejas en el cielo, 12.Mierdamix 2 (No estar aquí, Odio, Almorzando entre muertos, La cultura de la basura), 13.Cóndor, 14.Campanitas, 15.Tan fácil, 16.Rosa negra, 17.Lorea, Elvis, 18.Mierdamix 3 (Ten piedad, Ponk, La ranchera), 19.Incoherencias, 20.Al puerto, 21.Borracho.
Duración: 61:28
Integrantes: Álvaro España (voz), Roli Urzúa (bajo), Memo Barahona (batería) Juan Pablo Arredondo (guitarra), Álvaro Rozas (guitarra). |
