Lugares, personas
Si la música contenida en el disco
Juego de niños apuntaba a la precisión del estudio y a una exposición muy cerebral de las composiciones jazzísticas,
Lugares, personas es lo más parecido al retrato genuino de un músico cuya razón de ser está en la improvisación y en la total honestidad expresiva.
Es el caso de esta dupla surgida desde el Instituto de Música de la Universidad Católica y fogueada en el fragor de los clubes de jazz. El contrabajista Daniel Navarrete y el baterista Andy Baeza despuntaron en los comienzos de los 90. Navarrete (actual fichaje del Ensamble Antara) fue el eslabón de la primera formación de Los Titulares y ha actuado en innumerables combos bop. Baeza, en cambio, se desparrama hacia donde se necesite un toque swing de batería. Desde el trío bop de Carlos Silva a la improvisación libre de Turangalila y desde el refinado toque de Moncho Romero hasta el nuevo pop electrónico de Jeannette Pualuan. Después de años de trabajo, ambos llegan a una altura y compenetración tales, que hoy se transforman posiblemente en los primeros jazzistas nacionales en editar dos discos durante un mismo año. Inédito.
Juego de niños apareció en enero a través del sello argentino Bau.
Lugares, personas lo hace durante este octubre, bajo al alero de la nueva casa discográfica independiente Vértice, oficina que tiene planes –por fin- de editar música estéticamente distinta. Tan distinta como lo son estas series de improvisación liberada con que el tándem Navarrete-Baeza marca la partida para lo que puede ser una nueva historia en las grabaciones nacionales. Claro, porque el sonido de este álbum es comparable a algunos de los buenos discos
avant-garde europeos o neoyorquinos. Pero además, porque estas mismas grabaciones (la noche del 12 de enero de 2004 en el club El Perseguidor, y la noche del 25 de marzo en Festival de "Jazz en Oriente") representan el respeto total por el sonido tal cual es. Aquí hasta los "errores" de los músicos tienen valor como registro. Y sobre todo, porque el estado anímico de cada uno de los solistas es el barómetro de la música, se entrecruza con dinamismo y se traduce en esto: seis improvisaciones sin nombre. En definitiva, nueva música.
La banda operativa con respecto al primer disco cambió. Ahora aparecen en los registros el tenorista Claudio Rubio (hoy en Nueva York) y el baterista Gabriel Puentes (hoy en Ciudad de México). Un ensamble poco usual, a dos baterías. Tal vez único en un jazz chileno que no se caracteriza por tomar demasiados riesgos. Y es justamente aquello lo más destacable: el modo cómo se arriesgan estos tipos. De pronto hay música
free, con pasajes "a la Archie Shepp" (improvisaciones 1 y 2), pero luego las aguas vuelven a calmarse todo parece un bálsamo. Más tarde surge el trabajo acusmático a partir de las maquinitas que Baeza instala a un costado de su batería. Además de jazz contemporáneo e improvisación libre
Lugares, personas en ocasiones es también un ensayo de música electroacústica. Un disco que de seguro va a responder satisfactoriamente a la pequeña comunidad que aprecia el jazz de avanzada y que espera la edición de más y más material para escuchar.
Íñigo Díaz
Navarrete-Baeza trío + uno, "Lugares, personas" (2004, Vértice)
1. Impro (1), 2. Impro (2), 3. Impro (3), 4. Impro (4), 5. Impro (5), 6. Impro (6).
Personal: Daniel Navarrete (contrabajo), Andy Baeza (batería y samplers), Claudio Rubio (saxo tenor), Gabriel Puentes (batería).
Duración: 54:49
Producción: Daniel Navarrete, Andy Baeza y Pablo Valle. |