Ni Tarantino ni Morrissey andan homenajeando a cualquier persona; y es lo que ambas estrellas hicieron, desde sus respectivos campos, hace poco más de un año con Nancy Sinatra. El primero ubicó una canción suya al principio de la primera parte de
Kill Bill, y es innegable que esa escena de "La novia" ensangrentada tuvo el impacto que tuvo, en parte porque fue sucedida por la estupenda "Bang Bang (My baby shot me down)". El ex cantante de los Smiths, en tanto, la persiguió durante meses para que grabaran a dúo una de sus nuevas composiciones. Según Nancy, "mis hijas no me dejaron decirle que no".
El dueto con Morrissey ("Let me kiss you") es uno de los muchos lujos de
Nancy Sinatra, el primer disco que la hija de Frank publica en nueve años, y que aparece cuando ya nadie esperaba algo más de parte suya que una enésima entrevista sobre sus recuerdos de infancia junto al Rat Pack. Pero, siendo justos, de Nancy uno tiene derecho a esperar el cielo. Aplastada por la fama de su padre y por dos hits demasiado grandes ("These boots are made for walking" y "Somethin’ stupid"), la cantante perdió durante su juventud la oportunidad de ser tomada en serio, permaneciendo hasta ahora como un culto que hasta los
revivals ignoraban. Sus grabaciones de los años sesenta, sobre todo aquellas con Lee Hazelwood, son recomendaciones perentorias para los más curiosos en materias pop; y así lo han entendido —¡al fin!— los muy prestigiados jóvenes músicos que aquí le ofrecen sus talentos, ya sea con composiciones especiales o acompañándola en la interpretación. Escuchamos, así, la voz vaquera de Jon Spencer ("Ain´t no easy way"), la guitarra terrorífica de Thurnston Moore, de Sonic Youth ("Momma’s boy"), y los efectos eléctricos de los siempre cálidos Calexico ("Burnin’ down the spark"); además de los códigos creativos de Jarvis Cocker (Pulp) en dos estupendos temas, el rockero Pete Yorn ("Don´t mean nothing") y hasta los mismísimos pilares de U2, pues son Bono y The Edge los compositores de "Two shots of happy, one shot of sad", un
apianado tributo a Frank Sinatra que su hija canta con un sentimiento sin exageraciones.
A los 64 años de edad, Nancy Sinatra no sólo es dueña de una voz cálida y versátil, sino también de una capacidad de adaptarse a códigos musicales muy diversos y salir siempre triunfante. Es su ventaja sobre su competencia más joven: ninguna cantante de moda es capaz, hoy, de mantener la elegancia entre un rock oscuro y una pieza de vodevil. Sabíamos que Nancy Sinatra era una mujer de gusto refinado. Lo que hoy nos sorprende es el carácter de franca sabiduría que su música ha ganado con la madurez. Quentin y Steven tenían razón.
Marisol García C.
Nancy Sinatra, "Nancy Sinatra" (2004, Sanctuary)
1.Burnin’ down the spark, 2.Ain’t no easy way, 3.Don´t let him waste your time, 4.Don´t mean nothing, 5.Momma´s boy, 6.Let me kiss you, 7.Baby, please don´t go, 8.About a fire, 9.Bossman, 10.Baby´s coming back to me, 11.One shot of happy, two shots of sad.
Compositores: Bono y The Edge, Morrissey, Jarvis Cocker, Pete Yorn, Thurston Moore, Townes VanZandt.
Producción: A.J. Azzarto y Kevin Bacon. |
