Hay rudeza en varios pasajes del primer disco de Pacú, trío santiaguino formado hace cinco años. De entre ellos, ninguno más inquietante que el molesto sonido de celular que abre "Cielo". La banda de rock parece querer transmitir su dureza a través de ciertos elementos contemporáneos, lo cual se presenta como un recurso ingenioso para un género (el hard-rock) dado al anquilosamiento. Sin embargo, la capacidad del grupo por salirse de un asfixiante corsé de códigos heredados es aún limitada. Una producción densa y poco amiga de los matices dificulta que estas canciones se diferencien unas de otras, y llegan al oído como una masa confusa de timbres, y golpes y quiebres sin aparente dirección. Pacú tiene ideas, y éstas se reparten en los inicios de sus canciones, en su prudente acercamiento a lo electrónico, en la fuerza de su vocalista. Son más sueltos cuando quieren parecer menos rudos ("Alas" y "Ascendí", por ejemplo), pero aún no lo suficientes para que sus composiciones lleguen de un modo amable al oído. Y por amable no sugerimos blandura, sino la claridad que debe tener todo compositor en torno a cómo arreglará el magma más o menos espeso que puede llevar dentro.
Marisol García C.
Pacú, "Sube (desde la profundidad del ser" (2004, Bolchevique)
1.Éter, 2.Cielo, 3.Háblame (part I), 4.Normal, 5.Imagen, 6.Yo soy, 7.Alas, 8.Desde lejos, 9.Ascendí, 10.Nanais, 11.Háblame (part II).
Duración: 61:52.
Integrantes: Claudio Robledo (voz, guitarra y secuencias), Cristián Cabello (bajo), Paul Díaz (batería y percusiones).
Producción: César Ascencio y Claudio Robledo. |
