Hemos cronometrado algunos conciertos del grupo Akinetón Retard. Sin contar a la fanaticada de siempre, que experimenta mucho placer con cada una de estas jornadas de música en vivo, el público que no los conoce transita por una montaña rusa de sensaciones. Sobre los primeros 7 minutos pone un signo de interrogación en el ceño. A los 20 minutos se sorprende con la arrolladora descarga de improvisación, ruido y griterío de canciones como "Primigenia satiria" o "Copenhaguen schtorba". A los 35 está como en un trance flotante, no se sabe bien si atiende el show o mira hacia adentro de su propio cerebro en busca de cortocircuitos. A los 60 brama animalescamente. A los 85 transpira helado. Cerca de los 100 comienza a angustiarse y en los 110 minutos algunos llegan a consultar por disponibilidad de terapeutas de urgencia. Los conciertos de Akinetón Retard llegan a durar más de 120 minutos, sin pausas, sin altibajos —solo altos—, sin respiro. Cómo resisten los mismos músicos una sobredosis de akineton en tabletas duras, es una pregunta aún sin respuesta. La frase "Aquí hay mucha gente que no nos quiere venir a ver", parte de alguna improvisación, es decidora.
Así como la masturbación es la selección de los mejores coitos, Akinetón ao vivo secciona en el disco duro de la historia de esta banda experimental, imágenes sonoras tras una década de vida en el underground chileno. Las mejores tomas están en los conciertos que involucran al actual quinteto (alguna vez Akinetón fue trío "drumless"; otras, sexteto hasta con percusiones latinas). Su estructura se reparte en un "power trío" de rock sucio (guitarra-bajo-batería) y mínima sección de saxofones absolutamente enloquecidos. Son registros de actuaciones previas a la histórica gira que a mediados de 2004 puso a la banda en algunos de los más prestigiosos y enormes festivales de free jazz y rock de vanguardia, así como en cajas de fósforos que llaman "clubs" en Alemania, Holanda o Italia. Tanderal Anfurness, cerebro del quinteto se lamentaba: "Después de la gira pudimos haber grabado mejores momentos de Akinetón en vivo". Toda la razón. Durante esos cinco meses en la carretera, los músicos de la banda no hicieron más que tocar, tocar, peinar una muñeca y pasarla bien.
Pero ya es tarde para quejas. El disco doble de los Akinetón Retard reúne 21 canapés de lo mejor de su farmacia. Un repaso a sus tres álbumes de estudio, pero con aplausos incluidos y algunas de las intervenciones histriónicas de su guitarrista, que suele lograr que toda la audiencia le quepa en el bolsillo.
Akinetón ao vivo es
Akinetón Retard (1999),
Akranania (2002),
21 canapés (2003) de una sola vez. Casi no hay descripciones válidas para este conjunto único en su especie, la más importante y contundente banda del rock experimental hoy en día. A sus músicos les causa risa encontrarse con los términos con los que se intenta comprender sus propósitos creativos. El folleto explicativo del disco, diseñado por la misma banda, dice: "La música del grupo desata una fiebre clasificatoria. Los críticos —aunque no lo demuestren— flipan. Random de definiciones. Los más virtuosos logran unir hasta cuatro estilos diferentes en una sola palabra". A ver si prueban con ésta: "Electroacustic avant-free rock fascist-comunist spontaneous clowny ensemble".
Íñigo Díaz
Akinetón Retard, "Akinetón ao vivo" (2005, Marquee / Mylodon Records)
CD # 1:
1. Morricoleman, 2. Primigenia satiria, 3. Pilotos de califont, 4. Blues en re, 5. Viaje a Erlebnis, 6. Cansancio, 7. Pana Fanal, 8. Mamut y milodones, 9. Copenhaguen schtorba.
CD # 2:
1. Survector, 2. Potencia, 3. Señorita depresión, 4. Cocodrilos con martini, 5. Akinefrón, 6. Cadencia urmana, 7. Hawai, 8. Oruro’s, 9. Fana panal y el monseñor Smegma Nazzi, 10. Nimboestrato, 11. Gansos, patos y gallinas, 12. Dementia absorbant.
Personal: Bolshek Tradib (batería), Edén Ocsarrak (voz, saxofones alto y tenor), Estratos Akrias voz, saxofones soprano y tenor), Lectra Celdrëj (bajo eléctrico) y Tanderal Anfurness (voz y guitarra eléctrica).
Producción: Marcelo Spindola y Akinetón Retard. |