"Acarreo locura donde quiera que voy", declara el cantante Liam Gallagher al inaugurar estas canciones, y "Layla", primer éxito del disco, es un nuevo himno para las masas. Pero
Don’t believe the truth no es otra entrega del mismo rock jactancioso que Oasis ha transformado en su marca personal. Es lo contrario. El grupo inglés ya cumplió la misión monumental de su vida, que fue irrumpir en la historia del rock en 1994. Ahora está en algo menos titánico, desplegado en direcciones insospechadas sin dejar de oírse a sus anchas.
Después de hacer discos memorables en
Definitely maybe (1994),
(What’s the story) Morning glory? (1995) y
Be here now (1997), Oasis sólo había hecho canciones memorables, como "Little by little" en
Heathen chemistry (2002), y su tarea parecía seguir tratando de repetir su sello. Hoy se oye emancipado. Y en parte se debe a que éste ha sido llamado con razón el disco más democrático que han hecho.
La autoría de las canciones, habitualmente monopolizada por el guitarrista Noel Gallagher, está repartida. Y los datos arrojan que su hermano Liam, el supuesto cabezahueca de la familia, escribió la mejor melodía del disco, que aparte se llama "Guess God thinks I’m Abel": el chico hasta leía el Antiguo Testamento en sus ratos libres. Además dos canciones son del bajista Andy Bell, que no por nada fue parte de los inolvidables Ride, y no es que sea hijo de Ringo Starr, pero Zak Starkey es el baterista más versátil que ha tenido Oasis, y eso que su antecesor, el despedido Alan Whyte, era muy bueno en su puesto.
Un atractivo principal es el modo en que está cantando Noel Gallagher, por ejemplo, en otra cumbre del disco, "The importance of being idle", con nuevos matices vocales y un título como robado a Oscar Wilde que pone a Oasis en la mejor tradición del pop inglés marcada por The Kinks. Y el grupo se muestra más desnudo, además, con puras guitarras acústicas. Una guitarra y un piano bastan para acompañar uno de los mejores dúos de los hermanos Gallagher en la melodía final, "Let there be love". La influencia de sus bienamados Beatles siguen aquí, allá y en todas partes, pero hasta ese horizonte está abierto y una canción llamada "Mucky fingers" parece un doble guiño: a los Rolling Stones, porque el título suena a "Sticky fingers", y a Velvet Underground porque la canción suena a "Waiting for my man". Oasis siempre ha tenido buena educación.
David Ponce
Oasis, "Don’t believe the truth" (2005, Epic/SonyBMG).
1. Turn up the sun. 2. Mucky fingers. 3. Lyla. 4. Love like a bomb. 5. The importance of being idle. 6. The meaning of soul. 7. Guess God thinks I’m Abel. 8. Part of the queue. 9. Keep the dream alive. 10. A bell will ring. 11. Let there be love.
Músicos: Liam Gallagher (voz), Noel Gallagher (voz y guitarra), Colin Gem Archer (guitarra), Andy Bell (bajo), Zak Starkey (batería). Invitados: Martin Duffy (piano), Paul Strangeboy Stacey (piano y mellotron), Terry Kirkbride (batería), Lenny Castro (percusión).
Producción: Noel Gallagher y Dave Sardy.
Duración: 42’52’’
www.oasisinet.com |