Es como dice el oficial Gil Grissom en la serie
CSI: el sitio del suceso te está hablando. Incluso antes de que sonara nota alguna la noche del martes 24 de mayo en el Estadio Víctor Jara, el escenario estaba hablando. Había un piano de cola a un lado. Había una marimba al fondo. Había hasta un extraño instrumento de colores junto a la batería. Esa noche debutaban The White Stripes en Chile y por primera vez no iba a ser sólo un dúo de guitarra y percusión.
Iba a ser un dúo de marimba y explosión, de hecho. Así es como sonó "The nurse" en vivo, una de las canciones nuevas: una melodía y una marimba bombardeadas por estallidos a mansalva sobre una letra herida y adolorida. Y así es como suena la misma canción ahora en el quinto disco del grupo, y como suena casi todo
Get behind me Satan. Los nuevos instrumentos lo hacen sorprendente a primera oída, pero la música se vuelve familiar desde ahí en adelante.
Esto es lo primero que The White Stripes publican tras haber ganado la atención mundial con la cruza de folclore y desenfreno que pusieron en
Elephant (2003), y el grupo estadounidense vuelve a dar un golpe igual o mejor. Hay pianos y panderos por todas partes, hay unos minutos de
country y
bluegrass a dúo entre Jack y Meg White en "Little ghost", hay sonido acústico en "As ugly as I can seem", una de las mejores canciones, hecha sólo con una quieta guitarra desenchufada y un tambor. Y sigue habiendo blues, pero un paso más adelante: "Instinct blues" no sólo es una muestra del estilo original, sino sobre todo una clase de cómo ese blues fue aprendido al pie de la letra por ingleses como Led Zeppelin.
Una sola canción es entonada entera por la baterista Meg White: son los 35 segundos que dura "Passive manipulation", donde ella toca una vez el triángulo y cuya letra paradójicamente parte diciendo "Mujeres, escuchen a sus madres / No sucumban tan fácil a los deseos de sus hermanos". Pero la marca de Jack White, compositor y productor del disco, es simplemente incontrarrestable y única en el modo en que él concibe las canciones, con una idea fuerte y con todos los recursos orientados a explotarla al máximo. Da lo mismo si antes lo hizo con guitarras y ahora lo hace con pianos, porque no importan los instrumentos, sino qué haces con ellos. Y The White Stripes siguen haciendo rock explosivo, elemental y cada vez más estimulante.
David Ponce
The White Stripes "Get behind me Satan" (2005, Sum Records).
1. Blue orchid. 2. The nurse. 3. My doorbell. 4. Forever for her (is over for me). 5. Little ghost. 6. The denial twist. 7. White moon. 8. Instinct blues. 9. Passive manipulation. 10. Take, take, take. 11. As ugly as I seem. 12. Red rain. 13. I’m lonely (but I ain’t that lonely yet).
Músicos: Jack White (voz, guitarra, piano, marimba y pandero), Meg White (voz, batería, percusión, campanas y triángulo).
Producción: Jack White.
Duración: 44’10’’
www.whitestripes.com |