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La vida contra la muerte

17 de Agosto de 2007 | 01:14 |
Así como sus conocedores acérrimos han acuñado en torno a Bob Dylan la disciplina de la dylanología, si un grupo de la Nueva Canción Chilena ha establecido las bases para una ciencia específica, ése es Quilapayún. Y esa ciencia incluiría asignaturas tan diversas como musicología, literatura contemporánea, semiótica, geografía, armonía y solfeo entre quizás cuántas otras.

El nuevo disco del longevo conjunto es una antología de canciones inéditas en Chile, pero también de todas las formas que puede adoptar el organismo Quilapayún: orquestado, tanguero, fusionado, coral o de raíz folclórica. La orquestada se oye solemne en "Entre morir y no morir" y popular en "Cuándo, Valparaíso", de Desiderio Arenas, y en la composición para cantante y orquesta "Monólogo de la cabeza de Murieta", con voz de Eduardo Carrasco. Hay un tango contemporáneo en "Balada del hombre que se calló la boca" y hay instrumentos sudamericanos en la baguala "Lunita de lejos", a pura guitarra y bombo, en las guitarras, quenas y bombos de "Playa del sur", con música de Hugo Lagos, en el tiple y las congas en métrica irregular de "Caminante sigue", con música de Guillermo García, o en la metáfora instrumental de una "Locomotora" que Carrasco construye a punta de zampoñas y percusión.

La canción del exilio se asoma casi como un subgénero propio y doliente en el corazón del disco: "Elegiría la vida", cantada por Willy Oddó. Y tanto "Amar es mar" como "Paris 1938" llevan ese subgénero más allá, hacia una fusión musical amplia y sin fronteras. Estas catorce canciones rezagadas están cruzadas por la condición del destierro: trece de ellas fueron grabadas en París en diversas fechas. Siete figuran en el LP conocido como Darle al otoño (1980). Las tres orquestadas datan de una actuación en el programa de TV francés Le grand échequier ("El gran tablero de ajedrez") a mediados de los 80. Y varias son nuevas versiones hechas en los últimos dos a tres años. El original de "Locomotora" está en Darle al otoño, "Amar es mar" fue grabada en Survarío (1987) y "Lunita de lejos" en el disco en vivo El reencuentro (2004). "Los destacagados" había sido estrenada también en vivo durante una exposición de Roberto Matta en Barcelona a comienzos de los 80, y tanto "París 1938" como "Revolución" fueron rehechas el año pasado a partir de versiones anteriores.

En relación a las fuentes, Quilapayún se muestra otra vez proclive a estrechar lazos entre poetas y compositores contemporáneos. "Paris 1938" es un homenaje a César Vallejo. Pablo Neruda es llevado a la música por Sergio Ortega en "Entre morir y no morir", y otros poemas suyos dan origen a "Playa del sur" y "Monólogo de la cabeza de Murieta". García Lorca queda transformado en una muchedumbre de voces en "Memento" por Gustavo Becerra, quien además compone el monumental arreglo vocal de "Revolución". El poeta Juan Gelman y el Cuarteto Cedrón, ambos argentinos, se confabulan en letra y música de "Balada del hombre que se calló la boca", y una idea de Matta transformada en poesía por Rafael Alberti y puesta en música por Carrasco da por resultado a "Los destacagados".

Junto al rasgo aguerrido de Illapu y a la soltura musical de Inti-Illimani, Quilapayún suele quedar del lado más erudito de los conjuntos de la Nueva Canción Chilena en el exilio. Y aquí hay pruebas para corroborarlo. Con todo lo escatológica y hasta coprolálica que se oye, la propia "Los destacagados" es una de las piezas más doctas de este disco, y el cierre con "Revolución" es elocuente. Este grupo, que una vez cantó canciones panfletarias revolucionarias -y qué bien funcionaban-, también propone una revolución musical en la que se suceden y confunden citas a himnos como La Marsellesa, la Internacional Socialista, "Venceremos" y, tal vez, "El pueblo unido". Himno de himnos. Podría haber sido un ejercicio intelectual. Pero está tan bien logrado que logra crear un mundo nuevo en una sola canción, y eso también suena revolucionario. Las cronologías, clasificaciones e integrantes van y vienen, la identidad es la misma. Quilapayún es música contemporánea sin edad.

David Ponce

Quilapayún, "La vida contra la muerte" (2005, Warner).

1. Entre morir y no morir. 2. Balada del hombre que se calló la boca. 3. Playa del sur. 4. Lunita de lejos. 5. Caminante sigue. 6. Cuándo, Valparaíso. 7. Memento. 8. Monólogo de la cabeza de Murieta. 9. Locomotora. 10. Elegiría la vida. 11. Los destacagados. 12. Amar es mar. 13. Paris 1938. 14. Revolución.

Músicos: Eduardo Carrasco (voz, quena, zampoña), Carlos Quezada (voz y percusión), Guillermo Willy Oddó (voz y guitarra), Hernán Gómez (voz, guitarra y charango), Rodolfo Parada (voz y guitarra), Hugo Lagos (voz, quena, zampoña, guitarra, cuatro), Guillermo García (voz y guitarra), Ricardo Venegas (voz, quena, zampoña, guitarra, cuatro, charango).

Invitados: Pierre Rabbath (dirección de orquesta), Catherine Ribero (voz), Cuarteto Cedrón (bandoneón y cuerdas), Fernando Carrasco (arreglos).

Duración: 48’41’’.
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