Cuando Bárbara Lira asegura jamás haber escuchado a Pedro Aznar, aparece un signo de interrogación. Y cuando luego dice no tener mayores referencias sobre el trabajo de solistas como Francesca Ancarola o Magdalena Matthey, aparecen dos signos de interrogación. O Bárbara Lira —una de las nuevas voces nacionales—, queda al descubierto como una cantante desinformada o simplemente siguió su propio instinto de búsqueda estética y trepó hasta la cumbre de
Cenizas, su primer disco solista. Dentro de la microhistoria de Bárbara Lira, su música es música de generación espontánea.
Hace tiempo que Pedro Aznar dejó el bajo eléctrico como su mejor arma jazz-rockera y hoy llena teatros nacionales todos los años mostrando música de inspiración latinoamericanista. Tanto Francesca Ancarola como Magdalena Matthey han acompañado además al ex benjamín de Seru Girán en el escenario. Sus discos rebosan de canciones de madera interpretadas con instrumental enchufable y de familias tremendamente diversas. Parece ser que lejos de repetir la fórmula, Bárbara Lira llegó a un punto muy cercano en esta ruta sin más impulso que la sola intuición.
En
Cenizas, una interminable serie de milimétricos arreglos y la utilización de arsenal de flautas traversas, trombones, clarinetes, violas y otros instrumentos afines logran que la música alcance un vuelo mucho más alto que la poesía que la acompaña (y no al revés, porque por momentos los textos resultan demasiado predecibles). En ese sentido, Rodrigo Santa María aparece como el hombre más importante de
Cenizas, después de la propia Bárbara Lira. Muchas de las musicalizaciones se adjuntan a su catálogo. Como la balada de aires jazzísticos (con el elegante solo de
fluegelhorn [fiscorno] de Sebastián Jordán) "Ángel caído", la
"abrasilerada" "Restos de ti" (
"mírame a los senos / suéñame descalza / llora cada mañana por haberme perdido"), o una sugerente "Te tendría", una pieza que ya fue grabada en plan pop por Ammy Amorette, en
Primogénita (2003). Todo un "hit".
Al revés, al debe parecen quedar los ensayos de intervención sobre clásicos de todos los tiempos de la autoría de… ¡Violeta Parra y Víctor Jara! ¿Más de lo mismo? Puede ser. La versión de "El cigarrito" (Jara), en todo caso, supera con largueza en planteamiento a las canciones de Violeta Parra ("Rin del angelito" y "Qué he sacado con quererte", interpretada
a capella). Mucho más interesantes son en cambio el tango "Sus ojos se cerraron" (Gardel / Le Pera), la canción "Niñas" (Hugo Moraga) o el landó "Cardo o ceniza" (Chabuca Granda), donde el concepto
ceniza superó el título de la canción y se transformó en el sentimiento transversal de un álbum que podría seguir escalando posiciones en un ranking imaginario de la música de fusión latinoamericana. ¿Existirá?
Íñigo Díaz
Bárbara Lira, "Cenizas" (2005, independiente)
1. Ángel caído, 2. Cardo o ceniza, 3. Restos de ti, 4. Te tendría, 5. Sus ojos se cerraron, 6. Niñas, 7. Canción Nº4, 8. Rin del angelito, 9. El cigarrito, 10. Pasaje interior, 11 Qué he sacado con quererte.
Músicos: Bárbara Lira (voz), Rodrigo Santa María (guitarra acústica, guitarra eléctrica, faluta y composición), Sebastián Jordán (flugelhorn), David Navarro (clarinete y voces), Patricio Bracamonte (trombón), Marcelo Pérez (flauta, acordeón y cajón), Sergio Valencia (flauta, glockenspiel y percusión), Polaina Castro (viola), César Jara (guitarra), Ignacio Urrejola (piano y teclados), Andrés Gastelo (bajo), Luis Barreuto (percusión y batería) y Marcelo Arenas (batería).
Producción: Bárbara Lira.
Duración: 35’03’’
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