Si en el nuevo pop español La Oreja de Van Gogh representa los gestos de una adolescente que se muerde la punta del índice, y Amaral la pose que gusta del delineador de ojos para subrayar la tristeza, La 5ª Estación calza jeans y una cerveza en los labios. El encuadre se ciñe al registro de Natalia, su vocalista, lo más parecido a una reversión del legendario Miguel Ríos, y a lo que España asimila por pop rock: guitarras con alguna distorsión y coros todoterreno para la galería. Flores de alquiler es el segundo disco del trío que completan Pablo y Ángel. La destreza compositiva va en ciernes, no así el tinte vocal de Natalia. Su voz es un tornado.
Marcelo Contreras