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Norte verde grande

17 de Agosto de 2007 | 01:14 |
Para un bajista chileno de la era pre-Enrique Luna (*), el instrumento de cuatro cuerdas podía funcionar o "a la Pepe Ureta (**)", o "a la Horacio Saavedra (***)", por nombrar dos casos. Es decir, servía exclusivamente para acompañar cumbias, canciones pop o cualquier expresión musical en que las verdaderas estrellas fueran las filas de bronces o un frontman micrófono en mano. Marcelo Aedo pertenece a la generación post todos ellos, por lo que consiguió dar otra orientación a su instrumento y su mirada como intérprete fue algo más lejos. Cuando él apareció en el circuito a inicios de los 80 al interior del grupo Abril (recordado ejemplar del Canto Nuevo con Tati Penna en la voz), Jaco Pastorius la rompía con todo en el grupo Weather Report, haciendo que sus cuerdas sonaran tan veloces y expresivas como las zapatillas del saxofón alto de Charlie Parker. Y no sólo Jaco. Ernesto Holman ya había grabado aquellos despliegues característicos del álbum de Congreso Viaje por la cresta del mundo y Pablo Lecaros aparecía con toda la fuerza de un veinteañero en las pruebas de taller musical del grupo Cometa. Ambos, Holman y Lecaros, son las influencias nacionales más directas de Aedo según sus propias declaraciones. Entonces, se convirtió en el segundo músico que en el tránsito de su carrera armamentista consiguió hacerse del clásico modelo Rickenbacker. El primero, Mario Mutis, de Los Jaivas (¡tantos bajistas para escuchar…!).

Pero Aedo siguió como músico de soporte por años. Para él, tocar la tónica y la dominante de un acorde involucrado en una canción simple tenía el mismo valor que un solo de dedos eléctricos y efectismo virtuoso. Sólo en el momento en que debía entregar una obra para un encuentro de compositores jóvenes y no tenía nada preparado, llegó a descubrir el “solismo” oculto en su instrumento: subió al escenario y practicó una improvisación de bajo solo. Después de esa experiencia, la ampolleta estaba encendida. Aedo ha sido sesionista y sideman en innumerables grabaciones, discos, giras y presentaciones de otros músicos. Pero en paralelo llega hoy a su segundo álbum personal: Norte verde grande (2005). Como el primero se llamó Polosur celeste (1999), bien podríamos ubicarnos en medio de una serie de títulos cuya esencia estaría en las imágenes posibles de rescatar de cada punto cardinal en la orientación geográfica.

Por lo pronto, nadie que no haya caminado por las alfombras de colores durante una primavera de desierto florido atacameño puede entender de buenas a primeras por qué Aedo cree que el norte grande es verde. El norte grande es un arenal infinito, amarillo y árido, al que este bajista da la opción de florecer y convertirse en un prado verde. Así se describe en los sets musicales compuestos por Aedo. Norte verde grande es un disco de fusión entre sus puntos A y Z. De eso no caben dudas. A veces es más directo en la expresión de un discurso personal ("Atacama suite" o "Por si acaso", estudios de bajo solo), y otras veces muy delineado por ciertas matrices ("Altos de Pica", donde pareciéramos estar escuchando alguna composición de Pat Metheny de la era Still life (talking)). Pero en todas las piezas, más allá de sus títulos de características "norteñas", están aquellos estados de ánimo más íntimos: hay igual cantidad de albores que de crepúsculos. Nada que llegue a alterar los sentidos, sino más bien apaciguarlos con música a media luz. Todo, con un no menor arsenal para cada pieza en ensambles libres de instrumentos y colores sonoros.

Párrafo aparte para "Desierto florido", posiblemente la de mayor simpleza y claridad de mensaje en todo el disco: una combinación tripartita entre las líneas de fondo de Aedo, las terminaciones percutivas del congresista Sergio Tilo González y la placidez de la voz de Claudia Stern. Después de una audición como ésta, quien no haya estado en una alfombra de flores en el desierto seguro que podrá imaginársela.

* Enrique Luna: solista peruano, que vivió en Chile, considerado el primer exponente del bajo eléctrico en el jazz criollo.

** Pepe Ureta: bajista inamovible de las orquestas televisivas desde los años 60.

*** Horacio Saavedra: el mismo que dirigió orquestas populares en televisión y que formó parte del grupo Los Rockets, en los inicios de la Nueva Ola.

Íñigo Díaz

Marcelo Aedo "Norte verde grande" (2005, Fondart).

1. La coja. 2. Desierto florido. 3. Por si acaso. 4. Chill norte. 5. De Humberstone a Sta Laura. 6. Aún. 7. La procesión. 8. De ventanas y árboles. 9. Hacia Parinacota. 10. Altos de Pica. 11. Atacama suite. 12. Norte verde grande.

Personal: Marcelo Aedo (bajo, contrabajo, percusión, teclados, guitarra eléctrica, guitarra acustica, tiple, cuatro, programaciones, voz), Sergio Tilo González (batería), Juan Carlos Neumann (saxo alto), Juan Flores (quena, saxo soprano), Pablo Paredes (piano, acordeón), Claudia Stern (voz), Andrés Pérez (voz).

Producción: Marcelo Aedo.

Duración: 71’31’’.

www.marceloaedo.scd.cl
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