Joe Vasconcellos sabe cómo hacer bien una canción con mensaje. "Los peces no gritan" se refiere al atentado ambiental que causa el sistema de pesca de arrastre usado en el océano chileno por las factorías industriales de ese rubro, con versos como "Imagínate que para pescarte van con todo arrasando, moliendo allá donde vivo", y con una música tan viva que parece el
storyboard de un clip de animación. Desde una urgente estrofa que hace foco en un pez hasta un estribillo ambientado en un oceáno musical, el sonido habla por sí mismo y el coro es directo y simple: "Nunca más redes de arrastre, por amor / porque arrasan con todo a su paso".
Vasconcellos está consagrado como el patrón del pulso latino en la música chilena reciente y como un showman en vivo, pero aquí reluce sobre todo un tercer rasgo: su carácter como compositor. La letra y la música de las canciones de
Banzai, su séptimo disco, se oyen mejor terminadas que nunca, y el cantante está bien secundado. La batería de músicos incluye a la siempre absoluta Ema Pinto en los coros y a guitarristas como Ángel Parra y Jorge Díaz si hay que tocar foxtrot o jazz. El lujoso arreglo de Pedro Melo para "Supercanción" hace honor a su título y es un pasaporte directo a un viaje en El Crucero del Amor en compañía de Los Ángeles de Charlie. El músico argentino Guido Nisenson vuelve a producir un disco de Vasconcellos tal como hizo en
Toque (1995), y da a cada canción una identidad propia e impecable.
Banzai es como esos viejos discos long play donde junto a cada título está escrito entre paréntesis el estilo de la canción. Aquí la secuencia diría, sin repetir ni equivocarse, (samba), (reggae), (bolero), (fox-trot), (soul), (rin), (drum n’ bass subacuático), (pop), (bossa nova), (cumbia), (rock) y (folk). Desde el comienzo el dueño de casa manda a la caballería encima, con su especialidad de tambores bahianos, samba, coros brasileños y el bajo avasallador de Christian Gálvez en "Si te contara". En "Amor alegría" se da a la doble tarea de primero imaginar un bolero y luego tocarlo como no-bolero: innovador. "Puro sentimiento" es un reggae lindo a primera oída. "Volátil" es un fox-trot como lo cantaría Vasconcellos, cadencioso. El corazón del disco es acuático: "Navegando" parte como un rin chilote con acordeones y pasa a vallenato, pura fusión latinoamericana; "Cielo azul" es una melodía playera compuesta por el autor a su llegada a Chile a fines de los ’70 y tiene el aire exacto de canciones de la radio FM de la época de Steely Dan, como "Really wanna know you" o "Stranger", de Gary Wright o E.L.O, y "Cumbia empaquetá" es un sinónimo de tenderse en una hamaca playera a ritmo de una bossa nova exquisita. La que sí es cumbia es "Circo": si en "Las seis" Vasconcellos se encomendó a La Sonora Palacios, ahora suena en plan de boite nortina, mientras que la lectura de "El empampado Riquelme", del cronista Francisco Mouat, sugiere al cantante un rock blusero, mapuche e intenso.
Ahora que sabemos que
Banzai fue hecho a la par que el anterior disco del músico,
En paz (2004), el cuadro queda completo con esta música, que concentra su lado gozoso y accesible. Accesible es además un asunto literal, en consideración de es un CD que está disponible en los kioscos de la calle a un precio cercano a los cuatro mil novecientos pesos: la mejor relación precio-calidad del año, si hay que ponerlo en esos términos. En
Banzai, Joe Vasconcellos está claro. Si han pasado tiempos turbulentos, aquí tiene el dominio. Todo el dominio.
David Ponce
Joe Vasconcellos "Banzai" (2005, La Raíz).
1. Si te contara. 2. Puro sentimiento. 3. Amor alegría. 4. Volátil. 5. Supercanción. 6. Navegando. 7. Los peces no gritan (Un pez). 8. Cielo azul. 9. Cumbia empaquetá. 10. Circo. 11. El empampado (Don Julio). 12. Lean on me. 13. Rico.
Músicos: Joe Vasconcellos (voz, guitarra, percusión), Cristián Carvallo (guitarra, coros), Cristóbal Platz (teclados, acordeón, zampoña), Christian Gálvez (bajo), Rodrigo Gálvez (batería), Matías de Lara y Silbert da Silva (percusión).
Invitados: Ema Pinto y Leonel Lienlaf (voces), Ángel Parra, Jorge Díaz, Felipe Tapia (guitarras), Guido Nisenson (bajo y guitarra), Gustavo Bosch (fiscorno, trompeta), Orlando Fuentes y Michel Brindes (trombones), Rafael Becerra (saxo), Pedro Melo (arreglos y flauta), Carlos Villavicencio (arreglos).
Producción: Guido Nisenson y Joe Vasconcellos.
Duración: 53’42’’.
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