"Aquí estoy erguido, victorioso". Con esa frase parte el nuevo disco de Robbie Williams, número ocho en su carrera desde 1997 a la fecha: Robbie en plena forma, con la autoestima incólume del hombre que nació para ser showman. El cantante inglés está en pie, en efecto, escribiendo canciones eficientes e invirtiendo en la opción de transformarse en el solista más grande del mundo cuando sea mayor.
Sigue siendo un camaleón, por ejemplo. No porque se reinvente cada vez: porque se mimetiza con cosas distintas de una canción a otra. Se puede cantar el reggae de Bob Marley "Three little birds" al comienzo de "Make me pure". Es obvio que en "Place to crash" se parece a los Rolling Stones de "Rock and a hard place". Y lo mejor es "Spread your wings", donde se pone un disfraz de Lou Reed tan divertido antes de volver a ser Robbie Williams que, si no es un chiste, debería trasformarlo en eso y agregarlo a la rutina.
Intensive care además está bien balanceado, entre el triste tono misterioso de despedida de la balada "Advertising space" y la letra de una canción llamada "Your gay friend", en la que Williams caricaturiza la institución del amigo gay como una forma de meterse con una mujer casada. Y puede ser aun más viril que eso. La letra de "The trouble with me" es un espectacular aporte al subgénero masculino de la ruptura sentimental por la vía del argumento "No eres tú, soy yo". Williams podrá ser incorrecto, pero esa canción es una de las más bonitas del disco, y el
húju de "Your gay friend" está listo para ser coreado por millones en la próxima gira mundial del artista.
Robbie Williams es el entretenedor más nato que tiene hoy el pop inglés. Ya era sabido en la época en que pertenecía al quinteto de niños cantores Take That: el chico tenía la pasta necesaria, como quedó consagrado en esa irresistible sesión de megalomanía que es su disco en vivo
Live at Knebworth (2003), disponible por cierto en DVD. El hombre que no sólo se quitó la ropa sino también el pellejo en un videoclip, y que el año pasado vino a poner en aprietos a su colega Luis Jara en "Mucho Lucho", sigue sabiendo hacer pop de efecto inmediato, aunque sí cabe un par de advertencias. Ninguna canción de
Intensive care llega a las alturas de éxitos de marca mayor como "Angels" (1997), "She’s the one" (1998) y "Feel" (2003). Y la frase completa que inaugura este disco es, en honor a la verdad, "Aquí estoy erguido, victorioso / El único hombre que te hizo acabar". De entrada. Mucho, Robbie.
David Ponce
Robbie Williams "Intensive care" (2005, Chrysalis/EMI).
1. Ghosts. 2. Tripping. 3. Make me pure. 4. Spread your wings. 5. Advertising space. 6. Please don’t die. 7. Your gay friend. 8. Sin sin sin. 9. Random acts of kindness. 10. The trouble with me. 11. A place to crash. 12. King of bloke and bird.
Músicos: Robbie Williams (voz, guitarras, teclados), Stephen Duffy (guitarras, teclados, armónica, melódica, percusión), Claire Worrall (piano, órgano, coros), Melvin Duffy, Neil Taylor, Greg Leisz, Buddy Judge, John Paterno, Gary Nuttall, Waddy Watchell (guitarras), Jebin Bruni (teclados), Steve Sidwell, Neil Sidwell, Cleto Escobedo, Jeff Babko (bronces), Jerry Meehan (bajo), Matt Chamberlain (batería), Max Beesley (percusión), Katie Kissoon, Tessa Niles, Gary Nuttall (coros), David Campbell (arreglos de cuerdas y coros).
Producción: Stephen Duffy y Robbie Williams.
Duración: 53’02’’.
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