Así como el modo en que Celia Cruz pedía azúcar, así como el estilo con que James Brown siempre dirá que se siente bien, así como quedó en la historia la lengua afuera de Mick Jagger, así mismo es la guitarra de Carlos Santana. Inconfundible. Un signo en el que ya no hay desviación posible entre significante y significado: ese tono eléctrico, agudo y pastoso siempre remitirá a la foto del guitarrista chicano que inventó el rock latino, y si esa etiqueta se usó por aquí para empaquetar Enanitos Verdes o Soda Stereo en los ’80, habrá sido un malentendido. Santana es un adelantado de rock latino no sólo porque fue pionero en fundir congas y tumbadoras con órgano Hammond y guitarra eléctrica para el primer mundo en la era Woodstock, al mismo tiempo que un grupo como Los Jaivas hacía experimentos similares en Chile, sino también porque con eso se adelantó a la pléyade de fusiones étnicas que hoy son explotadas como "música del mundo".
Es sólo que todo eso fue hace treinta y seis años y no es un misterio que hoy Santana está más cerca de ser una corporación que de la revolución con la que prendió fuego al rock en sus inicios en 1969. El guitarrista entró a la edad de la complacencia, si no la suya, la de la industria que lo rodea, que para el caso es lo mismo porque se traduce igual en que
All that I am es un disco de sonido predecible y asegurado. Dicho eso, no tiene asunto acusar a alguien así del frecuente cargo de "copiarse a sí mismo", porque por algo estampó su estilo y está en su derecho de hacerlo. Por cierto, este disco arranca igual que "Soul sacrifice", la impactante canción que Santana hizo famosa en Woodstock, y vuelve a ser sabroso escuchar ese sonido en "Hermes" o en el merengue de "Con Santana". Pero el músico ha testeado además el gusto de los tiempos y
All that I am es otra superproducción como la que marcó su resurrección hace cinco años,
Supernatural (1999), donde un despliegue inédito de recursos lo puso a grabar con cantidad de nuevos músicos que lo trataron de maestro y lo pusieron al día bañándolo de pop y R&B para las radios de hoy.
Esta vez la cantante Michelle Branch y la guitarra del dueño de casa entonan a medias el pegajoso single pop "I’m feeling you". Santana arma un par de triángulos aquí: uno es un trío con el rapero Big Boi, del impagable dúo Outkast, y con la solvente cantante Mary J. Blige, y en "My man" conjugan soul, hip-hop y pop latino. Otro es entre el rapero Sean Paul y la cantante inglesa Joss Stone, con quienes arma una receta de raggamuffin y soul. Pero el nivel del disco no es parejo. Con el siempre característico Steven Tyler, el boca lista de Aerosmith, Carlos Santana toca una canción melódica aceptable, pero en ese estilo el resultado sale sin brillo en un dúo con el cantante Anthony Hamilton y de plano prescindible en su junta con el guitarrista Kirk Hammett, de Metallica, en una composición instrumental sin sustancia. En canciones como esas Santana confía demasiado en sí mismo y termina entregado a la fórmula ganadora del Grammy. Y la fórmula llegar a ser mecánica: el guitarrista intercala notas y solos de su instrumento inconfundible en medio de estrofas, versos y sonidos de cada canción, como dicen en el jazz, "comentando" la melodía principal. Ésa es su condición actual: un exitoso comentarista musical que aporta su sonido como quien administra una franquicia. Inconfundible como el azúcar de Celia Cruz o el "I feel good" de James Brown, pero como inconfundible también es un cuarto de libra con queso, según dicen los que comen de eso.
David Ponce
Santana, "All that I am" (2005, Arista/SonyBMG).
1. Hermes. 2. El fuego. 3. I’m feeling you. 4. My man. 5. Just feel better. 6. I am somebody. 7. Con Santana. 8. Twisted. 9. Trinity. 10. Cry baby cry. 11. Brown skin girl. 12. I don’t wanna lose your love. 13. Da tu amor.
Músicos: Carlos Santana (guitarra, voz), Andy Vargas (voz), Chester Thompson (órgano), Jeff Cressman (trombón), Bill Ortiz (trompeta), Benny Rietveld (bajo), Dennis Chambers (batería), Raúl Rekow (congas), Karl Perazzo (timbaletas). Músicos adicionales: John Shanks, Thunda Dan Marshall, George Pajon, Tim Pierce (guitarras), Ramón Stagnaro (tres, cuatro, tiple, guitarra), Charlie Bisharat (violín, viola), Rebecca Mauleón-Santana, Jamie Muhoberac, Terrence Brown, Moussa Diouf, Preston Fulwood, Gabriel Abularach, Lester Mendez (piano, órgan o y teclados), Harry Kim (trompeta), David Stout (trombón), Dave Pozzi (saxo), Chris Channey (bajo), Kenny Aronoff, Debra Killings, Jeff Rotshchild, Abe Laboriel (batería).
Invitados: Michelle Branch (voz), Mary J. Blige (voz), Big Boi (voz), Steven Tyler (voz), will.i.am (voz y teclados), Ismaïla y Toure Kunda (arreglos), Anthony Hamilton (voz), Kirk Hammett (guitarra), Robert Randolph (guitarra), Sean Paul (voz), Joss Stone (voz), Bo Bice (voz), Los Lonely Boys.
Producción: Clive Davis y Carlos Santana.
Duración: 54’28’’.
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