En caló, uno de los dialectos del pueblo gitano, el verbo
chanelar quiere decir saber, entender, comprender, que es más o menos lo que la audiencia mundial podrá hacer a cabalidad con este disco, iniciado con una canción llamada "Chanelando". Es la primera grabación del cantaor español Ramón Jiménez Salazar, más conocido como Diego el Cigala, después del éxito internacional del álbum
Lágrimas negras (2004) grabado con el pianista cubano Bebo Valdés. Tal como tras el suceso de
Buena Vista Social Club todos esos veteranos desplegaron sus considerables virtudes en discos propios, aquí Diego el Cigala se explaya en la fuerza y la vehemencia que ya mostró el año pasado.
El anfitrión se hace acompañar por un ramo selecto de guitarristas, por los acordes jazzísticos de un piano y por un frente de palmas y percusiones. Como anuncia el título, composiciones como "Chanelando" y "Acuarela" son alusiones a Picasso y la pintura, y cada una de ellas tiene no sólo un género, sino también una idea: pintor, guitarra, azul, gitana, olivo, dolor, amor, toro, mar, mujer. "Por los ríos" es bulerías, con la guitarra de Paco de Lucía y una letra que habla de dolor con los versos "No me avergüenza decir que te he querido de verdad / Como también, como también te aseguro que te voy a olvidar" antes de un final súbito y escalofriante. También son bulerías "Luna de plata", con Tomatito en la guitarra, donde El Cigala canta contra el dinero y la pérdida de la tradición, y la hermosa armonía de "Amparo", con letra del poeta Rafael Alberti, donde los guitarristas se vuelven pintores en sí mismos gracias al acento casi tangible de sus acordes.
"Malagueño" es alegrías, también con armonías sugerentes de guitarra, y "Acuarela" es soleá con su pulso cansino. También despunta aquí la libertad arrebatadora con que Diego el Cigala se lanza a transformar "La paloma", del poeta español Rafael Alberti, la misma que antes cantó Serrat, y lo hace secundado por la guitarra de José Miguel
Josemi Carmona, del trío Ketama. Y el cantaor vuelve a sacar sabor de una conjunción entre España y Cuba que siempre será gloriosa: "Apenao" es una rumba que junta en una sola tela el flamenco, el son, el jazz y hasta una guitarra de sonido metálico.
Diego el Cigala expresa todo esto con una capacidad asombrosa para transmitir la serenidad, cuando canta en tonos graves, y el dolor y la vehemencia, cuando sus tonos agudos que cortan el aire en jirones con su voz. Éste es el hombre que no tuvo problema en poner el grito en el cielo cuando le dieron un inapropiado premio Grammy latino el año pasado ni en trapear con Alejandro Sanz para la prensa, porque al mismo tiempo que indómito es un amante del respeto por la vieja escuela. "Dicen los gitanos viejos que ya no se escucha cante, echan de menos el compás, echan de menos el aire", canta aquí el Cigala, un bendito que ha puesto aquí 37 minutos y medio de pura excelencia.
David Ponce
Diego el Cigala, "Picasso en mis ojos"(2005, Ariola/SonyBMG).
1. Chanelando. 2. Por los ríos. 3. Malagueño. 4. Luna de plata. 5. La paloma. 6. Guernika. 7. Amparo. 8. Apenao. 9. Romance. 10. Acuarela.
Músicos: Diego el Cigala (voz), Juan José Suárez Escobar, "Paquete" (guitarra y coros), Diego Morao y Manuel Parrilla (guitarras), Jumitus Tutupa (piano), José María Cortínez (teclados), Bernardo Parrilla (violín), Yelsy Heredia (contrabajo), Sabu Porrina (cajón), Ramón Porrina, Piraña y Bandolero (percusión, palmas y coros), Ramón el Portugués, Ramón Jiménez, Juañares y Guadiana (palmas, jaleos y coros), Cucu Diamantes, Pedro Martínez, Xiomara Laugart y El Chino (coros cubanos).
Invitados: Paco de Lucía, Tomatito, Raimundo Amador y Josemi Carmona (guitarras), Jerry González (trompeta).
Producción: Juan José Suárez Escobar, "Paquete".
Duración: 37’42’’.
www.elcigala.com |