Teclados llanos y espaciosos y el eco que da la reverberación recetada en grandes dosis: la música de la cantante irlandesa Enya parece un paisaje desde el momento en que empieza a sonar. La tradición celta de sus raíces se oye en el aire de danza folclórica que "The river sings" deja suspendido. Pero lejos de ser una purista, Enya toma esa raíz y la transforma en un susurro de voz e instrumentos apto para un masaje mental exportable a cualquier urbe estresada del mundo. Como ésta, sin ir más lejos.
Con Enya es posible estar seguro. Nada del sonido de
Amarantine escapa a las coordenadas ya establecidas en una sola canción tan previa como "Orinoco flow", el éxito que la cantante consiguió en su segundo disco,
Watermark (1988) y que seguirá sonando por los siglos de los siglos en las radios para adulto joven. Ahora que va en el sexto, su música sigue siendo etérea y su voz sigue teniendo un borde lírico, y si el resultado no alcanza a ser tan delicado como Cocteau Twins, tampoco llega al extremo de Nana Moskouri, para ser justos.
En ocasiones Enya lanza al ruedo algún vibrato en estas canciones, pero la mayoría de las veces la suya es una voz sedosa. "Long long journey" tiene un talante casi de himno religioso, donde el canto sólo es acompañada por un tenue sonido de teclado que, con diversas intensidades, es el instrumento que marca el sonido de
Amarantine. Son fondos de pianos y teclados esponjosos, que si alguna vez fueron concebidos como imitación de ensambles de cuerdas, en un disco como éste adquieren sentido por sí mismos y generan el efecto necesario para que Enya cante entre nubes.
David Ponce
Enya "Amarantine" (2005, Warner).
1. Less than a pearl. 2. Amarantine. 3. It’s in the rain. 4. If I could be where you are. 5. The river sings. 6. Long long journey. 7. Sumiregusa. 8. Somebody said goodbye. 9. A moment lost. 10. Drifting. 11. Amid the falling snow. 12. Water shows the hidden heart.
Músicos: Enya (voz e instrumentos).
Producción: Enya y Nicky Ryan.
Duración: 45’36’’.
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