En discos recientes e indispensables como
The soft bulletin (1999) y
Yoshimi battles the pink robots (2002) los estadounidenses The Flaming Lips (1983) dejaron prensado que ya tienen un lenguaje en sí mismo, hecho de psicodelia, rock espacial, pop y hasta patrones progresivos. Más allá de movimientos completos como el rock indie o el post-rock, el trío es comparable sólo a grupos singulares, como Mercury Rev (1990), The High Llamas (1991) o Café Tacuba (1989).
De hecho una de estas canciones, "Haven’t got a clue", parte como un cover de los Flaming Lips a los Tacuba. Y termina como una versión intervenida de Beach Boys. Son muchos los elementos de distinción del grupo. En las letras, para empezar. El cantante Wayne Coyne hace gala de cierto sarcasmo raro de encontrar entre el rock estadounidense al hacer rimar "
radical" con "
fanatical" en la letra de "Free radicals" y en los monumentales títulos y subtítulos del disco.
Y en la música, para seguir. The Flaming Lips son tres, pero en rigor aquí los tres puntos cardinales son cuatro: Wayne Coyne (voz y guitarra), Michael Ivins (bajo), Steven Drozd (batería) y Dave Fridmann, que es productor invitado permante. "A estas alturas Dave ya es otro miembro estable de la banda", decía hace cuatro años Steven Drodz a la revista española "Rockdelux", en comparación con el rol que George Martin jugó con los Beatles. Y la música de los Flaming Lips es el terreno propicio para que Fridmann, productor también para Mogwai, Luna, Weezer, los Tacuba o The Delgados, ponga en práctica su artesanía y buen gusto, con detalles, aplicaciones sonoras, texturas y la nitidez general con que está enriquecido el sonido.
La sustancia de las canciones lo permite. Cruzadas o ligadas entre ellas por efectos de sonido, timbres de flauta traversa e incontables sonidos de guitarras y teclados, tienen en la voz aguda y melódica de Wayne Coyne otro sonido inusual, ligero o aletargado según haga falta. The Flaming Lips trabajan en dos niveles: hacen canciones de pop perfecto como "The sound of failure", basadas en un par de guitarras, una melodía y un coro cantables a la primera, o como "Mr. ambulance driver", que podría ser pop adulto de los ’70. Pero luego viene el tratamiento del sonido, y entran el juego psicodelia, rock espacial, pop y hasta rock progresivo. La maraña de guitarras y teclados que se oye en "My cosmic autmn" no puede ser descrita sino como rock ácido, y la guitarra acústica del final de "It overtakes me" no puede ser calificada sino como folk. Y, mejor, esas mezclas terminan por superar cualquier calificación, superada por una imaginación desbocada.
David Ponce
The Flaming Lips "At war with the mystics" (2006, Warner Bros).
1. The yeah yeah yeah song (With all your power). 2. Free radicals (A hallucination of the christmas skeleton pleading with a suicide bomber). 3. The sound of failure / It’s dark... Is it always this dark?? 4. My cosmic autumn rebellion (The inner life as blazing shield of defiance and optimism as celestial spear of action). 5. Vein of stars. 6. The wizard turns on... The giant silver flashlight and puts on his werewolf moccasins. 7. It overtakes me / The stars are so big... I am so small... Do I stand a chance? 8. Mr. ambulance driver. 9. Haven’t got a clue. 10. The W.A.N.D. (The will always negates defeat). 11. Pompeii am götterdämmerung. 12. Goin’ on.
Músicos: Wayne Coyne (voz, guitarra), Michael Ivins (bajo), Steven Drozd (batería).
Invitados: Dave Fridmann (teclados, programación, coros, composición), Greg Kurstin (coros, producción y composición).
Producción: The Flaming Lips, Dave Fridmann y Scott Booker.
Duración: 55’01’’.
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