Una sorpresa para empezar. Desde el inicio del nuevo single de Keane, el trío inglés que en 2003 hizo famoso en el mundo su pop sin guitarras, se oye justamente una guitarra, y tan clara que hasta parece sampleada de un guitarrista estrella como The Edge. Pero basta que el vocalista Tom Chaplin empiece a cantar "Is it any wonder?" para volver todo al melódico dominio registrado por Keane. Y esa guitarra tampoco es tal en realidad. "Cuando estuve en Estados Unidos compré un montón de pedaleras de efectos para probar en el estudio. Y estaba buscando una onda un poquito Jimi Hendrix en ese track", ha dicho el pianista Tim Rice-Oxley. "Pero no hay guitarra en la canción, está todo hecho con mis teclados".
Todo sigue en su sitio en el segundo disco del grupo. Toda la música sigue descansando en ese pianista, que además es compositor y orquestador y en las fotos de las sesiones del disco hasta figura grabando personalmente el bajo eléctrico sentado en el taburete del piano. En estudio y en vivo Keane actúa como un trío: voz, piano y batería, y si ésa puede ser una conformación habitual para tocar jazz o para un solista, en un grupo de música pop parece un suicidio. Y sin embargo nunca algo tan en apariencia arriesgado fue resuelto de manera tan asegurada. Keane apertrecha al máximo su música con los sonidos que genera el hombre del piano, y desde ese punto de vista es un solista con piano y batería, pero el secreto es que se las arregla para de todos modos sonar como un grupo. Y el otro secreto son las melodías innatas y sensibles que entona el cantante.
Como buen segundo disco,
Under the iron sea ayuda a disipar las comparaciones. Keane ya se parece más a sí mismo que a Coldplay o a los Radiohead de 1997. Mantiene la marcha dramática en "Atlantic" mientras "Nothing in my way" y la balada "Try again" avanzan a tranco lento y son la marca registrada melódica y armónica del grupo. "Leaving so soon?" aporta más melodía, "Put it behind you" es la única más acelerada y tiene un acorde en especial sensible en el coro: son canciones bonitas todas. Y la más bonita es "Crystal ball" (que es la que incluye el verso "Under the iron sea"), con una melodía emotiva como pocas. El piano sigue siendo básico en el sonido de este grupo, aunque se oye combinado con sonidos de cuerdas y órganos que expanden el rango del trío. Lo que persiste son los buenos modales. Nadie que haya disfrutado su primer disco se va a sentir defraudado, porque las audiencias que se encantaron con Keane van a preferir la amabilidad a la audacia y porque en este disco las canciones mantienen esa amabilidad intacta.
David Ponce
Keane "Under the iron sea" (2006, Interscope/Universal).
1. Atlantic. 2. Is it any wonder? 3. Nothing in my way. 4. Leaving so soon? 5. A bad dream. 6. Hamburg song. 7. Put it behind you. 8. The iron sea. 9. Crystal ball. 10. Try again. 11. Broken toy. 12. The frog prince.
Músicos: Tom Chaplin (voz), Tim Rice-Oxley (piano, bajo), Richard Hughes (batería).
Producción: Andy Green.
Duración: 49’22’’.
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