Podía haber algo de timidez todavía en el disco que Julieta Venegas grabó hace dos años, que se llama
Sí y todo, pero la verdadera afirmación se oye ahora. Entonces la cantante mexicana jugaba a verse ingenua vestida de novia, hoy juega a verse más provocativa a punto de morder un limón en la tapa de en
Limón y sal, y entonces daba con diez canciones su primer paso en el pop, en cambio ahora con catorce nuevas y más desplegadas lo corrobora sin dudas.
"Estoy tan cansada de las canciones de amor", parte diciendo Julieta Venegas en su cuarto disco. "Siempre hablan de un final feliz. Bien sabemos que la vida nunca funciona así". Pero no quiere decir que haya vuelto a ser la "rockera alternativa" de sus dos primeros discos. El
single de
Limón y sal, "Me voy", es una canción de amor, de hecho, pero sin final feliz; más bien de amor abandonado. Y sin embargo nunca en todo el álbum quedan de lado la melodía ni el optimismo.
La cantante no pierde de vista las melodías ni los arreglos claros y luminosos al servicio de sus canciones. Ese sonido está garantizado por el mismo equipo musical argentino que en parte asesoró
Sí (2004), con el productor Coti Sorokin a la cabeza, y que se nota en la presencia de un ex guitarrista de los Pericos o de un cover de Calamaro con Los Rodríguez ("Sin documentos") en el disco. Pero nada de esto sería útil si Julieta Venegas no siguiera siendo una compositora atinada, y en
Limón y sal ella mantiene su aptitud para inventar melodías y armonías bonitas, repartidas por todo el disco y conmovedoras en "Canciones de amor", "Mírame bien", "No hace falta" y la melancólica "La última vez", casi una versión libre de "The last day of our acquaintance", de Sinéad O’Connor.
"Tengo una cita pendiente con la mujer que soy, no la que fui hace tanto ni la que ven los demás", dice ella en "Adonde sea". La mujer que fue hace tanto está en sus primeros discos, menos convencionales, pero tampoco fue hace tanto como para haber perdido ese instinto por probar. Ese instinto se oye aquí en el sorprendente aire tanguero y casi de bolero de "De qué me sirve" y en un doble acercamiento al hip-hop, primero en una aproximación suave al reggaetón al modo Julieta en "Primer día", a dúo con el músico argentino Dante Spinetta, y luego en "Eres para mí", otro dueto de melodía y rimas muy bien avenido con Anita Tijoux, de Makiza, la rapera más internacional de Chile, con quien Julieta Venegas ya ha hecho un par de canciones. La aventura también le sigue sentando bien, a pesar de que hace dos años, vestida de novia, Julieta Venegas se haya casado con el pop. Entonces,
Sí fue el consentimiento. Ahora,
Limón y sal es su confirmación.
David Ponce
Julieta Venegas "Limón y sal" (2006, Sony / BMG).
1. Canciones de amor. 2. Me voy. 3. Primer dia. 4. Limon y sal. 5. Dulce compañía. 6. De qué me sirve. 7. Adonde sea. 8. Mírame bien. 9. No seré. 10. Última vez. 11. Eres para mí. 12. No hace falta. 13. Te voy a mostrar. 14. Sin documentos.
Músicos: Julieta Venegas (voz, acordeón, teclados, programación y coros), Juanchi Baleiron y Ernesto Snajer (guitarras), Sebastián Schon (teclados, programación y arreglos), Cachorro López (guitarra, teclados, bajo), Guillermo Vadalá (bajo).Dany Avila (batería), Facundo Guevara (percusión), Coti Sorokin (coros)
Invitados: Anita Tijoux (voz), Dante Spinetta (voz).
Producción: Coti Sorokin y Cachorro López.
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