Jiminelson no es tu amigo. En las canciones de este disco la voz ronca o aguda del cantante y guitarrista Gustavo León se oye casi siempre quejumbrosa o enojada, cuando por ejemplo dice "A ver si nos dejamos ya de joder" en "Corte de manga", o "No me vengas con el rock and roll" en "No me vengas", una canción que termina con la frase "Yo soy la industria, hey, de tu rock and roll". Le esté hablando a la industria, o a otros grupos del rock chileno independiente, o a quien sea, suena igual de desafiante.
Jiminelson no es un hobby. Hace falta ensayo para aprenderse esta música. Los que digan que las canciones del trío son todas iguales no podrían memorizar una sola, porque el disco está lleno de cambios sobre la marcha como lleno de explosivos está un campo minado. Escuchar
Yo, Jiminelson es caminar, correr, parar, acelerar, frenar y hasta caerse. "Corte de manga" se toma tiempo en partir, "Pero pruébalo" tiene distintas partes sucesivas y hay diversas intensidades dentro de cada canción. Jiminelson va a su ritmo, y puede necesitar un solo verso para hacer durar mucho una canción. La letra es elemental, como en el blues.
Jiminelson no es mentira. La música también es elemental. Como pocos discos chilenos,
Yo, Jiminelson sirve para llevarse el sonido real de este grupo en vivo a la casa. Ya es sabido que no hay bajo eléctrico, y de tan desnudo el sonido a veces hasta se oye cómo el guitarrista pisa sus efectos de sonido. Chino es el baterista y tiene que multiplicar el borde del tambor, el bombo o el doble platillo porque sólo hay cuatro instrumentos aquí: guitarra, armónica, batería y pandero. Esto se llamó blues en un momento. Después, rock and roll. Después, punk. Así es como debe haber sido al comienzo: el sonido puro.
Jiminelson no se aspira. En todo caso se fuma. "Y fumar, y fumar, a ver qué resulta de esto", cantan en uno de estos blues, tal como fuman cuando tocan en vivo. El efecto no es acelerado; es un viaje largo. Hay que agitarse con "Te mueves bien", caminar el pulso ligero de "Yo estuve allí" y luego bajar al ritmo cansino de "Está todo liso" para llegar al corazón de
Yo, Jiminelson, en "Nadie dijo que era fácil" y su asalto por sorpresa, en "Estable adentro" y su sacudida a combos, en "Chocolate sexual" (la primera canción del grupo) y el mejor solo de batería (o sea, que no haya solo de batería), en "Pero pruébalo" y su guitarra desenvuelta. Y en "Nelson blues" y su especie de declaración, que termina diciendo "Jiminelson no se compra, no se vende, no se aspira, no es mentira, no es un hobby, no es tu amigo, en tu oído". Puras verdades.
David Ponce
Jiminelson "Yo, Jiminelson"
(2005/2006, Jiminelson / CFA Discos).
1. Te mueves bien. 2. Corte de manga. 3. No me vengas. 4. Si me vieras. 5. Volver atrás. 6. Yo estuve allí. 7. Está todo liso. 8. Nadie dijo que era fácil. 9. Nelson blues. 10. Estable adentro. 11. Chocolate sexual. 12. Dame un momento. 13. Mi depresión tiene razón. 14. Pero pruébalo. 15. John Player Special. 16. Tú sabes. 17. Hago todo.
Músicos: G. León (voz, guitarra), Nicolascowboy (pandero, armónica), Chino (batería).
Producción: Jiminelson Co.
Duración: 65’48’’.
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