Con la premisa de que la cueca se aviene bien con una variedad de músicas distintas, este disco podría haber terminado en una pegatina de géneros o en una especie de hotel con cada habitación decorada de manera distinta, pero no es nada de eso: la cueca está integrada con las otras músicas de modo natural y casi invisible, y además de con cuidado, el trabajo está hecho con rigor.
Los Jaivas o Sol y Medianoche en el pasado tocaron cueca y hasta acuñaron la "cueca rock", pero siempre con la libertad de tomar sólo el ritmo y relajarse con la estructura. El de Las Capitalinas, en cambio, es el esquema original al pie de la letra. Este grupo es parte de la nueva generación educada en la genuina escuela chilenera urbana, y en su tercer disco siguen tocando cuecas de minuto y medio, con métrica fiel a la tradición. Está revolucionada la armonía, pero la construcción se mantiene intacta.
Se puede practicar el inventario de las combinaciones de la cueca según este grupo. A veces es simplemente una introducción, como la bossa nova al comienzo de "Incontrolables deseos", la balada de piano con que parte "Me fui a la orilla del mar" o el casi homenaje a los Jaivas cósmicos en "De un hermoso paraíso". A veces son detalles en los arreglos: "Sólo a veces" es cueca con episodio rockero de guitarra eléctrica, la ya conocida "Ingrato" ahora gana una introducción de teclado y entre lo mejor está "Del mismo arrabal", que es cueca con tango no sólo por la introducción, sino por los arreglos de violines con sus eminencias chilenas del tango Raúl Vargas en bandoneón y Pepe Fuentes en guitarra y bajo. A veces Las Capitalinas juntan con ingenio los compases de cueca y son cubano, como en "Encontraron a Pedro Navaja", y a veces ayuda la coincidencia de que otros ritmos están están escritos en el mismo compás de tres tiempos: "Traté" vuelve sobre la afinidad entre la cueca y el blues y "Cueca landó" está fusionada con el mejor gusto con el ritmo afroperuano del landó.
A veces simplemente es cueca, con las bonitas armonías de "Sangre derramada" y "Remolino trovador". Y como cinco de las seis Capitalinas además son cantantes, todo el tiempo sus voces se relevan, se persiguen y se juntan a coro: esta es cueca para bailar, pero también es cueca cuadrafónica para escuchar con audífonos. El broche de oro está en la buena producción y los arreglos del acordeonista Ignacio Hernández. "No sufras más, negrita / que bien te sale / si juntas ambos ritmos / mucho más vale”, dicen Las Capitalinas en una de estas cuecas, y el verso vale lo mismo para todos los ritmos que hay en el disco.
David Ponce
Las Capitalinas "También es cueca" (2006, Feria Music).
1. Hoy. 2. El unicornio y la doncella. 3. Sólo a veces. 4. Del mismo arrabal. 5. Sangre derramada. 6. Encontraron a Pedro Navaja. 7. Remolino trovador. 8. Ingrato. 9. Cueca landó. 10. Perpetua condena. 11. Traté. 12. Ya no me quieras. 13. Incontrolables deseos. 14. Me fui a la orilla del mar. 15. De un hermoso paraíso. 16. Pirata a la mar.
Músicas: Tamara Correa (voz, guitarras, teclado, cajón), Katherine Villarroel (voz, guitarra, tañador, percusión), Karen Alfaro (voz, guitarra, pandero y percusión), Nayadeth Godoy (voz y bajo), Leslié Picarte (piano y teclados), Valeska Duarte (batería, cajón, percusión).
Invitados: Ignacio Hernández (acordeón y teclados), Emilio Miranda (guitarra), Paula Ordóñez (flauta traversa), Raúl Vargas (bandoneón), Pablo Carvacho (violín), Pepe Fuentes (guitarra y bajo), César Figueroa (bajo), Cristian Heyer y Felipe Rojas (tumbadoras, cajón, güiro, claves, pandero brasileño, bongó y accesorios).
Dirección: Ignacio Hernández.
Duración: 33’12’’.
www.lascapitalinas.cl |