El cine ha ayudado a marcar la supuesta diferencia que hay entre las canciones y la música incidental, como si unas fueran inmediatas y breves por definición y la otra un paisaje o un telón de fondo. El nuevo disco de este solitario grupo chileno es todo lo contrario. Después de doce años de tocar, la música de Luna in Caelo se ha transformado cada vez más en canción y en ambiente al mismo tiempo. Casi en arquitectura a veces. Si antes el resultado eran catacumbas, ahora estos sonidos construyen capillas, cúpulas o campanarios, pero también jardines y paisajes crepusculares.
Luna in Caelo son los herederos chilenos más durables de la corriente de música oscura o dark cultivada en los años '80 por grupos como Siouxsie and the Banshees, pero a esta altura ése es un lejano punto de partida. Con el tiempo la voz de Alejandra Araya y la guitarra de Daniel Dávila han llegado a conocerse bien hasta dar forma a un sonido que se vuelve solemne y ritual, con el vibrato de la cantante y los timbres de la guitarra combinados para generar ambientes casi siempre contemplativos y etéreos, a veces más expresivos. Y la misma voz se entrega además a la melodía, lo que fortalece las canciones.
El baterista Enrique Stindt enriquece la música con su constante exploración de ritmos e intercala baterías programadas y bases de plano electrónicas como en "Al monte". Del mismo modo, tal como anuncia el título del disco, Daniel Dávila y Diego García de la Huerta hilvanan con guitarra y bajo una urdimbre de notas y texturas. A veces esa guitarra está cruzada por electricidad, como en "Reflexo" o en "Sopor", casi sedada bajo los efectos. En otras es cristalina: la instrumental "Hálito" y "El jardín” son así. La voz de Alejandra Araya es a veces un instrumento más, que se permite versos casi coloquiales como "Te miraré por una ventanita en mi corazón" en "Relicario", y no es el único diminutivo. Y los títulos son los apropiados. Estas canciones se llaman "Sopor", o "Relicario", que es pequeña y guardable como un relicario, o "Capullo" y "Un par de niños", que siguen el mismo camino, a solas entre la voz y la guitarra. Lóbregos alguna vez, capaces de la intimidad y la ternura hoy, Luna in Caelo son una escuela en sí misma, y su música de tonos grises y oscuros ha evolucionado hasta un sonido propio en el que valen menos la denominaciones que su propia naturaleza.
David Ponce
Luna in Caelo "Urdimbre" (2006, Luna in Caelo).
1. Furia. 2. Asfixia. 3. Remedios. 4. Martirio. 5. Sopor. 6. Relicario. 7. Capullo. 8. Al monte. 9. Un par de años. 10. El jardín. 11. Hálito. 12. Oruga. 13. Suavecito. 14. Reflexo. 15. El olvido.
Músicos: Alejandra Araya (voz), Daniel Dávila (guitarra), Diego García de la Huerta (bajo), Enrique Stindt (batería).
Producción: Luna in Caelo.
Duración: 52’43’’.
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