Es difícil imaginar una carátula más austera que la que los Mismos eligieron darle a su cuarta publicación. No hay créditos detallados, agradecimientos ni largas listas de instrumentos ni
softwares. Incluso la foto con los tres integrantes del grupo los muestra de espaldas. Nada en la edición del arte es azaroso, y es lógico imaginar que allí subyace una opción inteligente: a más de un lustro del inicio de su sociedad (y firmes en ella pese a sus muchos trabajos paralelos), Silvio Paredes, Cuti Aste y Gabriel Vigliensoni se permiten al fin verse juntos como un mismo cuerpo. Partes interconectadas de las que resulta por completo irrelevante distinguir funciones, y que generan un movimiento con un único eje de equilibrio, claro y confiable.
Ésta es música que se emite desde un gran generador sonoro, mucho más importante que sus operarios. Como la usina que ilustra la foto de carátula, quizás. Partiendo de la marcha de "Nica", avanza un mismo pulso firme, que luego se va distrayendo por la habilidad de los músicos para vestir esa columna dorsal de texturas más o menos delicadas, más o menos ingeniosas; cálidas casi siempre. Es un disco que se demoró en editarse más de lo que ellos hubiesen querido, lo cual explica la continuidad de algunos de estos arreglos con los que el trío había trabajado hace cuatro años en
Pic-nic (entre una y otra publicación no debe olvidarse su trabajo junto a una nueva formación de Electrodomésticos).
El ejemplo más claro de esa línea sucesiva es "Chilly Willy", una ambientación trabajada con fuerza y que ya suena propiamente a "música Mismos". Música que, quizás por qué, reserva parte de su magia para su muestra en vivo. Los Mismos pueden parecer a veces un grupo electrónico "interesante", pero en vivo nunca han dejado de ser cautivantes. Impregnarles de algún modo esa seducción a sus discos puede ser ahora el desafío.
Ni en sus inicios tuvo el grupo a la pista de baile como único objetivo, y en
Caspana ya no quedan dudas del público amplio que debiese interesarse por lo que ellos han descrito con gracia como un "pop electro-orgánico". Es un sonido que obliga a escucharlo con viveza cuando va bordando texturas imposibles de pesquisar, como lo que sucede con el sabor sublime de un buen postre del que no se distinguen ingredientes. En
Caspana, la crema espesa es la fidelidad con la tradición de sus ejecutores, hombres de espíritu curioso pero claridad sobre su línea de avance. Cuando ponen a cantar a Javiera Mena, se une también al desfile previo de invitados como Daniela Rivera (Sien) o Solo di Medina. El no-sé-qué ácido, crocante o dulzón queda al gusto de cualquier auditor capaz de apreciar qué vitalizante puede ser la música cuando se prohíbe casarse con los mismos cánones del resto.
Cristina Hynde
Mismos "Caspana" (2006, independiente / La Oreja).
1. Nica. 2.Caspana. 3.Domingo. 4.Nanosaurio. 5.Chilly Willy. 6. Bigbit. 7. Pepper. 8. Alameda pista. 9. Al otro lado. 10. Crunch.
Músicos: Silvio Paredes, Cuti Aste, Gabriel Vigliensoni.
Invitada: Javiera Mena (voz en "Pepper").
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