En este grupo chileno la antigua escuela rockera está en todos lados. En el sonido: Ramires! hace sonar esas guitarras sesenteras con que Keith Richards o Jimi Hendrix sacaron rock sucio y eléctrico del blues. También en su historia: antes de lanzar
Chico de ciudad, que es su primer disco de larga duración, grabaron dos EPs en 2004 y 2005, tal como en la era del vinilo se grababan
singles antes que discos
long-play. Y antes de grabar nada ya tocaban en vivo en 2002, entre la generación de grupos de guitarras rocanroleras como Guiso, The Ganjas, Pendex y Tsunamis iniciados en esa época.
De todos ellos Ramires! es el que más tiempo se tomó para este debut, pero también el que más lejos ha llegado: por lo pronto el disco fue grabado con el buen oficio rockero de un estudio como El Pie, en Buenos Aires, y durar cuatro años y fracción antes de sacar un primer LP sólo es posible con convicciones. De ellas hay varias en
Chico de ciudad. Una es vivencia en primera persona: "También he tocado en lugares peores / pero de mi lado estaban las canciones". Otra es un principio: "Y las modas cambiarán por siempre / pero tú te verás siempre igual". Otro es un lema hecho y derecho: "Rock and roll barato, sonido rebelde".
El cantante Ramires! Himself escribe estas letras con la misma cierta ficción con que todos en el grupo firman sus alias, y así el narrador de las canciones es un forajido que va de bar en bar o un sujeto nacido y criado para ser un criminal. Y toda la munición de Ramires! está al servicio del sonido y la simpleza de la canción. Entre el bajo de Agent Mitnik y los cueros sueltos de la batería de Matt Lee Rock, entre los solos y las guitarras de acompañamiento que trenzan El Camino Crus! y Himself y que se oyen con nitidez en "Imagen de un desastre", nada descolla por sobre el resto, todos son sonidos hermanos.
"Pateando conciertos" y "Chico de ciudad" tienen coros uh-uh a lo Rolling Stones, "En el camino" avanza con motores aptos para carretera, "A tus pies" está amoblada con un piano sucio de bar que toca Matt Lee Rock, y es una voz apenas perceptible la que se escucha al final de "Chico de ciudad", en un comentario con acento argentino. "Tá muy desordenado", dice. Eso. Para que
Chico de ciudad suene así son años de tocar en sitios llamados, más o menos en este desorden, Los Sopranos, La Trifulka, El Palenque, On Lucho, el Quitapenas frente al cementerio, una pieza del Teatro Esmeralda en San Diego, Cacho’s Pub, The Rox, Armenia, La Gota y otros lugares peores. O mejores. No hay mejor adiestramiento que el desorden para tocar como Ramires! lo hace. Con acción y convicción!
David Ponce
Ramires! "Chico de ciudad" (2006, La Oreja).
1. Pateando conciertos. 2. Acción! 3. Chico de ciudad. 4. Imagen de un desastre. 5. En el camino. 6. Forajido. 7. Rock de los muertos. 8. A tus pies. 9. Fuera de juego. 10. El descaro.
Músicos: Ramires Himself (voz y guitarra), El Camino Cruz (guitarra y coros), Agent Mitnik (bajo y coros), Matt Lee Rock (batería, piano eléctrico y coros).
Grabación: Gonzalo Pájaro Rainoldi.
Duración: 35’35’’.
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www.laoreja.com |
