Diana Krall va de más a mucho más. El anuncio estuvo antes en destellos que lanzó con discos sobresalientes:
The girl in the other room (2004) y
Christmas songs (2005). A partir de entonces ya no hubo quien detuviera a la cantante y pianista canadiense, encumbrada ahora en su mejor momento artístico y también personal-familiar. Así lo ha confesado públicamente la propia artista, embarazada a los 41 años de gemelos que llevarán el apellido McManus, o sea, hijos del cantautor británico Elvis Costello. Tanto ha sido su explosión en el último lustro que incluso muchos de sus conciertos superan en popularidad a los de su marido. En Chile, por ejemplo, el concierto de la Krall fue un megaevento para la clase acomodada. El de Costello se suspendió por venta de entradas. Y eso que frente al rock, el jazz siempre ha sido perdedor en la taquilla.
Se refleja esa luz en
From this moment on, décimo álbum de una Krall de regreso al placer que generan esas oscilaciones que los entendidos llaman
swing. Frente al piano o frente al micrófono, delante de un conjunto pequeño o delante de una orquesta enorme de jazz. Da igual. El swing se tiene o no se tiene, y la Krall lo tiene. Si antes hizo el ejercicio de escribir canciones, impulsada por Costello, ahora prefiere que los maestros las hayan escrito para ella muchos años antes. Porque para los discos autobiográficos la utilización de la poesía ajena en casos como el de ella resultan mucho más eficientes. “From this moment on” (“A partir de este momento”) es un standard de Cole Porter y describe el paso adelante en su vida con ritmos
uptempo de una big band que peina al público para atrás. Tiene trompetas solistas desafiantes y estupendos cambios de velocidades.
Al revés, las cosas van más lento pero más desafiantes en “Isn’t this a lovely day” (Irving Berlin) y en el pequeño
meddley con “It was a beatiful day in august” (Ray Brown) y “You can depend on me” (Earl Hines), tocadas con plumillas y con la plataforma de buen gusto del pianista Gerald Clayton. En esas piezas, Krall canta muy bajo y muy cerca, como en su versión personal de “How insensitive”, el título como los norteamericanos conocieron la bossa nova de Tom Jobim “Insensatez”. Pero pero nunca tan bajo ni tan cerca como en “The boulevard of broken dreams”, una canción que ya se había transformado en pieza de culto con la cantante del estilo
cabaret Marianne Faithfull. Y aquí Diana Krall la “imita” en su garganta descuidada y su realidad de diva en decadencia. Diana Krall va de más a mucho más y de paso le hace un gran favor a la música para adultos, pocas veces tan fresca y tan irresistible como en
From this moment on.
Iñigo Díaz
Diana Krall "From this moment on" (2006, Verve).
1. It could happen to you. 2. Isn’t this a lovely day. 3. How insensitive. 4. Exactly like you. 5. From this moment on. 6. Iwas doing alright. 7. Little girl blue. 8. Day in day out. 9. Willow weep for me. 10. Come dance with me. 11. It was a beatiful day un august / You can depend on me. 12 The boulevard of broken dreams.
Músicos: Diana Krall (piano y voz).
Invitados: The Clayton / Hamilton Jazz Orchestra.
Productores: Tommy LiPuma y Diana Krall.
Duración: 57’14’’.
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