Hemos sido auditores fieles de Beck desde que la crítica, primero, y nuestra natural admiración, después, hicieron del seguimiento a este cantautor un asunto básico de supervivencia pop para un ciudadano medianamente preocupado de su entorno y de su época. Incluso más que los modernillos vinculados únicamente a la música electrónica, Beck ha sido un representante integral del cambio de siglo desde un punto de vista estético, con un pie en la tradición de música rural de su país —para tiempos del
Odelay hasta hubo quienes lo llamaron ¡el nuevo Dylan!—, y otro en las posibilidades que al respecto pueden ofrecer las nuevas tecnologías, sobre todo las técnicas de “cortar y pegar” que tan bien ha usado el hip-hop.
Le conocemos varias facetas al señor Beck Hansen, y en
The information, su nuevo disco, parecen estar todas ellas juntas: la de maniático de las perillas, la de cantautor con el corazoncito herido (ése que alcanzó su cumbre con el tema “Lost cause”), la de productor librepensador, la de artista consciente y crítico de la sociedad en la que le ha tocado crecer. Entre canciones como “Movie theme” (que parece un tema de Air) o “Elevator music” no hay aparente conexión y eso convierte a
The information en un disco sorprendente y entretenido, si bien con la balanza cargada más hacia la imaginación que a la emoción.
Hay datos que todo seguidor suyo debiese saber, pues explican de modo importante lo que aquí se ha levantado: por ejemplo, que el productor del álbum es Nigel Godrich, hombre asociado a gran parte del trabajo de Radiohead y a dos previos álbumes del propio Hansen, innegable entusiasta de la melodía y el formato canción. O que las composiciones fueron trabajadas a lo largo de tres años (incluso en medio del proceso de preparación de
Guero, su anterior disco), lo cual sería la causa lógica de tal disparidad de citas. No hay una línea estética unitaria en
The information, a no ser que por tal se pueda entender el no tener línea estética unitaria en lo absoluto. Hay ruidos de videojuegos, bocinas, guitarras, trompetas, un grito de su hijo (Cosimo), scratches… todo muy libre y desordenado; todo un poco cansador, para ser sinceros. En tiempos en que el álbum arriesga desaparecer ante la supremacía del track autosustentable, Beck aporta su “grano de arena” al desahucio con un disco en el que no dan ganas de escucharlo todo, sino ciertos pedazos. El track “Horrible Fanfare/ Landslide/ Exoskeleton” se extiende por trece minutos.
Vale consignar también que aquí se incluyen como nunca antes en la discografía del californiano versos con directo vínculo a la situación política de Estados Unidos, con claras referencias bélicas, como “
la banalidad vive allí donde la histeria asesina” (“Horrible fanfare”) o “
cargo mi corazón como un soldado con su granada de mano” (“Movie theme”); lo cual no por inútil deja de ser agradable. Hemos discurrido durante minutos algo ingenioso con lo que concluir este comentario, pero ya el sitio allmusic.com lo sintetiza mejor que nuestras neuronas cansadas: “Sería demasiado fácil ver en
The information sólo pincelazos de colores y no el gran cuadro. Pero al menos aquí esos pincelazos de colores son interesantes por sí mismos”.
Cristina Hynde
Beck "The information" (2006, Interscope).
1. Elevator music, 2. Think I'm in love, 3. Cellphone's dead, 4. Strange apparition, 5. Soldier Jane, 6. Nausea, 7. New round, 8. Dark star, 9. We dance alone, 10. No complaints, 11. 1000BPM, 12. Motorcade, 13. Information, 14. Movie theme, 15. Horrible fanfare/ Landslide/ Exoskeleton, 16. Inside out, 17. This girl that I know.
Músicos: Beck Hansen (voz, guitarras, sintetizadores, piano, scratches, programación), Jason Falkner (guitarras, percusión, Moog), Joey Waronker (percusión, batería, voz), Nigel Godrich (percusión, scratches, batería, teclados).
Productores: Nigel Godrich.
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