El desierto, la cordillera y el mar operan como barreras naturales que impiden el arribo a Chile de enfermedades infecciosas que campean en otras latitudes. A pesar de la globalización, el mismo efecto profiláctico parece operar a veces con fenómenos discográficos que venden millones de copias en el resto del mundo occidental y que aquí parecen no funcionar. Un ejemplo de esto es el hecho que recién después de seis años de su aparición se edita en el país el disco debut de Gregorian, proyecto encabezado por el productor alemán Frank Peterson, quien, entre otras cosas, integró el grupo Enigma hasta 1991.
La apuesta con la que Peterson y su conjunto de pseudomonjes encapuchados ya lleva editados varios volúmenes (el más reciente de ellos, un disco navideño a fines de 2006) consiste en tomar superéxitos del pop y del rock, reemplazar los arreglos que los transformaron en "clásicos" por trasnochadas bases
new age e interpretar las letras remedando el estilo del canto gregoriano.
Al Sr. Peterson poco parecen importarle asuntos tan básicos como el carácter monódico y religioso del canto gregoriano. Por cierto, le tiene sin cuidado que éste deba ser interpretado
a capella y lo único que necesita para llevar a cabo su particular experimento es que las melodías escogidas se adecuen modalmente. Una muestra palmaria de este sinsentido la entrega "When a man loves a woman", una de las canciones presentes en el álbum. Ni el carácter de la letra ni los inolvidables arreglos de la versión inmortalizada en 1966 por Percy Sledge se merecían un
cover como éste.
Otro aspecto que llama la atención es que se mantengan casi calcados los tiempos originales. "Tears in Heaven" (Eric Clapton), "Losing my religion" (R.E.M.) y "Nothing else matters" (Metallica) lucen como extrañas pistas de karaoke. Sin embargo, cuando Peterson consigue a alguien que dé la cara, comparece su amiga Sarah Brightman (quien, a propósito, imposta saliéndose del marco "gregoriano") para hacerse cargo de la parte de Kate Bush en "Don’t give up".
Pero falta algo más. Gregorian se permite ofrecer entre cada pista unas lamentables vocalizaciones que son presentadas presuntuosamente por Peterson como "variaciones gregorianas compuestas especialmente para la ocasión". Afortunadamente para la música occidental y varios siglos antes del Sr. Peterson, compositores como Claudio Monteverdi se encargaron de la evolución del canto llano con
algo más de coherencia y buen gusto.
Pablo Arce
Gregorian, "Masters of chant" (2000/2006, Leader Music/Edel).
1. Brothers in arms. 2. Scarborough fair. 3. Tears in Heaven. 4. Still I’m sad. 5. When a man loves a woman. 6. Nothing else matters. 7. Fade to grey. 8. Losing my religion. 9. Vienna. 10. The sound of silence. 11. Sebastian. 12. Don’t give up [con Sarah Brightman]. 13. Save a prayer. 14. I still haven’t found what i’m looking for (radio edit).
Duración: 71’17’’.
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