El poder revolucionario de las composiciones de Claudio Monteverdi (1567 – 1643) destaca tanto en el ámbito secular como en el sacro. Baste poner como ejemplo en el primero a "Orfeo", de cuyo estreno se acaban de celebrar 400 años, reconocida como la primera ópera "propiamente tal". En lo religioso, en tanto, la colección publicada en 1610 en Venecia con el título
Vespro della beata Vergine continúa maravillando en nuestros días por su magistral conjunción de estilos antiguos y modernos (para su época), que va desde el canto llano, pasando por la polifonía, hasta llegar al empleo de técnicas propias del madrigal y de la naciente ópera.
Al halo fascinante de estas vísperas marianas contribuye su particular estructura, que incluye una Introducción (que rescata material de la
toccata de "Orfeo"), cinco Salmos, cuatro motetes, un himno, una sonata y un "Magnificat" (que tiene dos versiones disponibles). Entre estas partes se intercambian antífonas variables de canto gregoriano. La complejidad de su conformación y el carácter inagotable que le otorga su condición de obra maestra, permiten que en nuestros días convivan decenas de grabaciones de esta, alguna vez olvidada, secuencia.
La interpretación del director belga Philippe Herreweghe, reeditada a precio especial por el sello Harmonia Mundi, se caracteriza por su expresividad contenida, que privilegia destacar los momentos de intimidad por sobre los de extraversión, y por su puntillosa atención al detalle. El magnífico desempeño de sus fuerzas corales (de la Chapelle Royale y Collegium Vocale de Gante) permite disfrutar de instantes en los que realmente parece estar escuchando superpuestas dos obras de distintas épocas. Un ejemplo de esto es la delineación del cantus firmus utilizado en el "Dixit Dominus". Ciertamente, los admiradores de la perfección coral sabrán apreciar esta versión. Sin embargo, lecturas más meridionales como las de Jordi Savall o Gabriel Garrido, cuentan, especialmente en las partes solistas, con aproximaciones más ricas en colorido, contrastes y fidelidad estilística. Ahora bien, si tanta teatralidad resulta exagerada para el auditor, se puede recurrir a la equilibrada lectura dirigida por René Jacobs.
Pablo Arce
Philippe Herreweghe "Monteverdi: Vespro della beata Vergine" (1987 / 2006, Harmonia Mundi).
CD1: 1. I) Deus in adjutorium. 2. Antiphona / II) Dixit Dominus. 3. III) Nigra sum. 4. IV) Laudate pueri. 5. V) Pulchra es. 6. Antiphona / VI) Laetatus sum. 7. VII) Duo Seraphim. 8. Antiphona / VIII) Nisi Dominus. 9. IX) Audi coelum.
Duración: 52’25’’.
CD2: 1. Antiphona / X) Lauda, Jerusalem, Dominum. 2. XI) Sonata sopra "Sancta Maria, ora pro nobis". 3. XII) Ave maris stella. 4. Antiphona / XIII) Magnificat.
Duración: 37’02’’.
Intérpretes: Agnès Mellon (soprano I), Guillemette Laurens (soprano II), Vincent Darras (alto), Howard Crook (tenor I), William Kendall (tenor II), Gerard O’Beime (tenor III), Peter Kooy (bajo I), David Thomas (bajo II). Coro de la Chapelle Royale, Collegium Vocale de Gante, Les Sacqueboutiers de Toulouse, Orquesta de la Chapelle Royale. Philippe Herreweghe (director).
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