"Así tocaban antes, ¿ah?", cuenta Roberto Parra para remontarse a la música que hacían sus padres, hace sesenta o setenta años atrás. Y hay que sumar quince años más al cálculo, porque
Cuando me vine del campo es el registro de los recuerdos que Parra hizo el 25 de agosto de 1992, el día que dio este concierto en la Sala América de la Biblioteca Nacional, hasta ahora conservado en el Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la biblioteca.
Parra, autor de las cuecas choras y el jazz guachaca, hermano de Nicanor, Violeta y Lalo Parra, murió tres años más tarde, en 1995, pero aquí está casi en persona, porque éste es un disco cantado, tocado y también conversado, con el músico Mario Rojas como interlocutor. Tal como el legado en verso que Nano Núñez, otro patriarca, dejó en
Mi gran cueca (2005), aquí Roberto Parra recuerda en prosa cómo era que los hombres no tocaban la guitarra en el campo, cómo antes de la cuerdas de alambre lo que había era cuerdas de tripa y cómo fue su primera gira de niño chico a Concepción: "Puta el sufrimiento grande, Mario".
El Roberto Parra guitarrista se oye claro aquí. "Fuerte y lleno", dice en algún momento para definir el modo en que afinaba su padre, Nicanor Parra, y así también toca él, con acento sobre las cuerdas y con cambios de guitarra y de afinación. "La vida cuando me vine del campo, caramba y a meterme de conscripto", dice en la cueca inicial con la muletilla "de puro cuico", para luego cantar sobre el mismo ritmo una tonada y traer a colación a una tía Otilia que de repente se vuelve casi vívida tocando unas mazurcas campesinas. Así mismo Parra cuenta en primera persona la crónica de la llegada de sus hermanos a Santiago. "Menos yo, que me quedé varado por allá, porque me gustó la zandunga" .
A ratos se nota la edición del registro original, pero también puede ser tomada como un viaje por distintas estaciones, en todas las cuales Roberto Parra va sacando del sombrero canciones como el glorioso repertorio de valses representado por "Corazón de bandido", mezcla de lira popular y canción llorosa, o por las cuecas que canta a trío con su mujer y su hermano, Catalina Rojas y Lalo Parra.
Cuando me vine del campo es también un testamento en el que hay para todos. Así como son muchos Roberto Parra los que aparecen en la pintura de su hija Catalina Parra Rojas en la portada del CD, también son muchas las dimensiones de Roberto Parra que reunidas en este disco forman un universo, y no sólo las más conocidas: el canto campesino, el folclor argentino, los valses populares, "La negra Ester", las cuecas choras, el jazz guachaca.
El mismo autor emite aquí el certificado de nacimiento oficial del jazz guachaca. "Y éste es un jazz que hice así de algunos pedacitos le robé a Charlie Kunz, a Tommy Dorsey, a Jimmy Dorsey, y también al Quinteto Hot Club de Francia, esta parte, principalmente", dice, y en ese punto toca el "Jazz guachaca", con las armonías de hot jazz que aprendió además de Django Reinhart. Y en todo este registro está también el nacimiento del carácter que después uno ha podido escuchar en el modo en que Ángel Parra canta los valses, en que Mario Rojas hace el fraseo de sus propias canciones, en que Álvaro Henríquez entona las cuecas o en el recuerdo que puede guardar cada uno de los miles de espectadores que hayan visto "La negra Ester". Cada uno toma un gesto distinto; la Escuela es la misma.
David Ponce
Roberto Parra "Cuando me vine del campo" (2007, Discoteca del Cantar Popular).
1. Presentación: cuando me vine del campo. 2. Un limón verde. 3. Mazurcas - recuerdos musicales de la familia Parra. 4. Allá en la pampa argentina. 5. Señores, voy a contarles. 6. Historia del lazarillo - Corazón de bandido. 7. Llegada a Santiago de la familia Parra / Hilda y Violeta. 8. Jazz guachaca. 9. Décimas de la negra Ester. 10. Un minuto de silencio por la negra Ester. 11. Selección de valses. 12. El chute Alberto. 13. La mina e Mapocho. 14. Suma theológica de la cueca. 15. El rodeo.
Músicos: Roberto Parra (voz y guitarra), Lalo Parra (voz y guitarra), Catalina Rojas (voz), Mario Rojas (voz).
Diálogos: Roberto Parra y Mario Rojas.
Edición: Catalina Rojas y Giorgio Varas.
Duración: 52’14’’.
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