En 2006, cuando ya se había vuelto una pequeña celebridad alternativa, Gepe se reunió con managers de una compañía de discos tan universal como Universal, interesados en su música. No llegó a ni un trato, pero igual es un signo del alcance ganado por un músico chileno nuevo, que de una pequeña industria como el sello Jacobino Discos llegó a una mediana industria como el sello Quemasucabeza, a una cadena como Feria Music y casi a una corporación como Universal, aunque en toda esa nomenclatura por supuesto lo único que importa es que de ahí parece haber salido un verso de su nuevo disco. "Ocho temas para Universal", canta Gepe en una línea de "8tema", que a su vez es una de las canciones de
Hungría, un disco poblado sólo por canciones simples, bonitas y conmovedoras.
Cualquier material sirve a Gepe para lograr una canción. "357" es un vals con una guitarra aguitarronada donde el cantante vuelve a su interés por las matemáticas colegiales que ya se oía en su primer disco,
5x5 (2004). Y justo después, en "No te mueras tanto" reaparece su intuición milagrosa para encontrar una melodía que todos en el mundo conocíamos sin saberlo, con una guitarra acústica como otras veces o en una canción esponjosa y electrónica como ésta.
Gepinto (2005), su disco previo, fue hecho con los músicos Pablo Flores y Sebastián Sampieri, y si es cierto que ellos ya manejaban efectos de sonido además de charango y acordeón, de entrada
Hungría parte menos acústico en manos del productor Vicente Sanfuentes y del bajista Pedro Subercaseaux, su nueva dupla en este disco.
Así se oye en el comienzo pop de "Esgrima" y "Gracia", que luego se encadena, sin siquiera salir del tono, con una canción para escuchar con los ojos cerrados: "Celosía". Pero, tal como antes, en estas canciones Gepe salta de nuevo de un continente a otro. En un instante el clima en
Hungría cambia y aparecen guitarras hechas de leña, una tonada con sonido de arpa y charango en "Hebra prima" y una belleza acústica en "A la vista", que es otra de las construcciones únicas del cantante para guitarra zurda y afinada a su modo. Traspuesta se llama en el campo a la afinación no convencional del instrumento, y Gepe inventa otra vez su propia guitarra traspuesta. No es recopilación, es invención. Bien decía Vicente Sanfuentes en una entrevista reciente en el sitio MUS.cl que las canciones de Gepe llegan hechas, con una identidad casi completa y definida.
Y esa misma libertad vale para las letras, las palabras, los títulos y casi el idioma inventados por el cantante para este disco, y hasta para las canciones descartadas. Una melodía que él acostumbraba tocar en vivo en el último tiempo, llamada "Elegancia y transmisión", no quedó en el CD aunque parecía hermana de "8tema", con versos como "Podríamos sacar algunas copias gratis para repartir / si no es gratis es malo", que eran como un manifiesto. No uno tan grande como el de Víctor Jara, con quien Gepe fue linkeado en su temporada anterior. Más bien un manifiesto de bolsillo, el lugar donde cabe un reproductor de mp3, manuable como este disco breve de diez canciones, y como la música siempre en movimiento de Gepe. Ese movimiento puede explicar los cambios de sonido, de instrumentos y hasta de personas. Gepe acaba de hacer otro disco para atesorar, pero no llegó para quedarse, como dicen. Más bien puede ser lo contrario: llegó para irse siempre con quizás cuál otro rumbo nuevo.
David Ponce
Gepe "Hungría" (2007, Quemasucabeza).
1. Esgrima. 2. Gracia. 3. Celosía. 4. 357. 5. No te mueras tanto. 6. A la vista. 7. 8tema. 8. Samoriseva. 9. Hungría. 10. Hebra prima.
Músicos: Daniel Riveros (voz, guitarra, teclados, charango, batería y percusión), Pedro Subercaseaux (bajo, voz y percusión), Vicente Sanfuentes (programación).
Producción: Vicente Sanfuentes.
Duración: 35’07’’.
www.myspace.com/gepe
www.armonica.cl |