Con su estética pop, Hecho en China juega e ironiza con los símbolos y objetos de la República Popular China.
El MercurioSANTIAGO.- La invasión de distintos objetos de la industria china, su cultura y estética fue lo que motivó a Bruna Truffa a pensar desde el 2005 en la exposición “Hecho en China” que se inaugurará hoy en Sala Gasco Arte Contemporáneo.
“Mi intención es que la gente se meta en un universo diferente, quiero transportar al espectador a un ambiente totalmente recreado, de una imaginería que no es la habitual. Además me interesó esta sala por la cercanía física que tiene con todo el comercio chino de Santiago: la calle Rosas, Santo Domingo y Patronato, es decir, lugares habituales de transacción de productos chinos, que es justamente de lo que hablo en esta exposición. Este estar “invadido” por la cultura china, por este despertar de la superpotencia.”, dice la artista.
Dividida en dos partes, tituladas “Tradición” y “Mercancías”, la primera incluye 7 grandes pinturas que recrean afiches de propaganda de la “Revolución Cultural” china. En ellos se representa a mujeres y niños enmarcados en orlas o brocatos con motivos chinescos.
“Mercancías”, por otra parte, aborda el tránsito de las utopías comunistas a las consumistas, y se materializa en 24 cuadros de pequeño formato donde figuran diversos productos del país asiático como té, alcancías, gatos de la suerte, incienso o los típicos alfileres chinos.
Con su estética pop, “Hecho en China” juega e ironiza con los símbolos y objetos de la República Popular China, interviniéndola y descontextualizándola. Así por ejemplo se podrán ver obras como el rostro de Mao dentro de una lata que supuestamente contiene un tónico cerebral; la pintura de un gallo titulada “Gripe Aviar” o un mosaico del mapa de China hecho, precisamente, con loza china.
Con imágenes heroicas de mujeres campesinas, temporeras, niños y animales, la artista también habla desde lo femenino, que fue el tema que abordó en su primera exposición individual en el 2005, llamada “Territorio Doméstico”.
A Truffa -quien define sus obras como sociales, populares y figurativas- le interesa que el público pueda entender y acercarse a la pintura, que pueda sacar alguna conclusión y que no pase indiferente.
“No tengo la idea de hacer una gran obra de arte. Invito a la gente a acercarse a estos mundos, a vivir un cuento, que son fantasías mías, pero que están acompañadas de una crítica social. Esto es como meterse a una feria, pero también a una ideología y a toda una época histórica y crucial para todo un pueblo”, comenta la pintora, cuya exposición estará abierta hasta el 5 de octubre en Sala Gasco.