Rosa Diez y Rosa Escrig protagonizan la obra que dirige Nacho Cabrera.
San GinésSANTIAGO.- "La primera noche fue maravillosa. La segunda, tengo la sensación de que no fue tan buena. Había otro tipo de público, más mayor, que psicológicamente no les gustábamos nada. Las cosas que decíamos probablemente los estaban hiriendo".
Así recuerda el director español Nacho Cabrera su debut en los escenarios locales con la obra "No War Cabaret", el pasado fin de semana. Un montaje inspirado en el clásico cabaret alemán, con música electrónica en vivo de fondo y relatos que mezclan el humor negro y la estética de bar, para hablar de la guerra.
El análisis de Cabrera para las pasadas noches de viernes y sábado en el Teatro San Ginés, bien puede dar cuenta de las disímiles reacciones que genera el montaje en el público, algo que volvió a demostrar sólo dos días después. "Anoche en El Bosque recibimos una ovación como no habíamos recibido en la vida. Probablemente porque es una población de trabajadores, que entiende más el mensaje social", dice.
Es que lo "social" es una de las claves que Cabrera reconoce en la obra, y que hacen que éste no sea un panorama adecuado para públicos demasiado conservadores. Acá la crítica y la risa van de la mano, algo que, según cuenta, pudieron captar bien en España.
"Teníamos una escena muy graciosa en el primer espectáculo, que era la salida de (José María) Aznar del armario, vestido de drag queen en una fiesta after, en la que también salía del armario ideológico, porque si su compañero Bush era republicano, entonces él también lo era. Esa escena fue una bomba en España, pero Aznar dejó de tener presencia pública, así es que la hemos guardado", cuenta.
La hilarante escena relatada da cuenta de algunas de las demás claves de la obra. Como la opción por un humor negro y ácido, y por lo que el director ha llamado "una dramaturgia inestable", que consta de un stock de escenas que se alternan según el lugar y el momento, además de algunas que se crean y de otras que fueron definitivamente sepultadas.
Ello porque la contingencia también es importante en "No War Cabaret", incluida la chilena. "Nosotros veníamos tranquilos de viaje, a disfrutar, abrimos un día el diario y decía 'Perú dice que va a mover los límites'. Y al día siguiente ya se habla de tambores de guerra, de movilizar tropas, lo que me lleva a una reflexión: qué fácil es armar una guerra y qué complicado es armar la paz. Ésa es una reflexión que nos vamos a llevar y vamos a escribir una escena seguro. Es la gran reflexión de todo el espectáculo", asegura.
Una prueba de que cuando la temática inspiradora es la guerra, no hay frontera que anule el mensaje. "Esta noticia que aparece en un diario de Chile se puede ver en cualquier país", dice Cabrera, quien estará sólo hasta este fin de semana con "No War Cabaret" en Santiago.