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"No estoy ni ahí con trabajar con hombres"

Yo objeto se llama el álbum con que Frugone ya no es más el guitarrista de Viena, ni de Anachena ni de La Ley. Ahora es simplemente Frugone. Aunque solista no es su palabra favorita. "Uno no se puede escapar de la gente con la que trabaja", dice, y en su nueva vida esa gente son sólo mujeres. "No creo en los discos de solista".

28 de Agosto de 2007 | 18:01 |
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Yo objeto es el nuevo disco del cantante y guitarrista Pedro Frugone.

El Mercurio.

Pedro Frugone armó su pequeña y privada ciudad de las mujeres para presentarse como músico y cantante por cuenta propia. A fines del año pasado formó un grupo con la guitarrista Berni Traub, la bajista Ximena Cubillos y la baterista Carolina Arévalo, y con ellas grabó un disco en el que además fue acompañado por Nicole, Javiera Parra y las cantantes Sol Aravena y Thais, la actual vocalista de Saiko.

Entre ellas está Frugone, que firma su primer disco personal en primera persona singular: Yo objeto. Es además el álbum que recoge su regreso a Chile luego de doce años dedicado a la vida del rockstar internacional como parte de La Ley, grupo con el que Frugone conoció el estrellato de una carrera con sede en México y EE.UU. antes de volver a establecerse en Chile el año pasado. Desde entonces viene su plan de estrenarse como solista.

–¿Qué tanto tuviste un plan para hacer este disco y qué tanto fue espontáneo?
"Mmh. Como que los planes a mí siempre me fallan y terminan en cualquier cosa, también me acostumbré ya hace rato en la vida a eso. Al comienzo dije ‘ya, voy a ocupar unas canciones que había hecho al final de la gira con La Ley’, y acá me di cuenta de que nada que ver, porque era todo así como de la vida color de rosa y tenía que ser bastante poco sensible para llegar con este cuento a un país donde estamos haciendo agua por todos lados. Y me tiré no más al estudio sin tener todo claro".

La canción que ya fue enviada a las radios como presentación del disco es "Cerré los ojos", a dúo con Javiera Parra, y es la única que data de la época de La Ley. Las demás, con títuulos como "Desvanecer", "Deja de", "Preludio" o "Cúlpame", están hechas con su nuevo grupo. "Casi todo lo hice entre que llegué acá, me cambié a Chile, me sobrepuse a que me destruyeron (se refiere a ciertas malas críticas de su primera actuación informal en Chile, a comienzos de 2006) a pesar de que dije que ése no era un lanzamiento ni nada…".

–¿Ésa es otra muestra de que no haces planes? ¿Fue como un piscinazo, de tirarse a tocar?
"Es que hay que tirarse, no más. Si uno no se tira… Me acuerdo que lo que más me dolió de las críticas fue que dijeron que tenía 42 años. Tengo 39 años".

–¿En serio te importa?
"No", se ríe. "Imagínate, si no ya me hubiera tirado un poquito de bótox, un poquito de colágeno. Estoy cero kilómetro, huevón".

–¿Son todas canciones de tu regreso, entonces?
"Sí, inclusive hay varias canciones que hice en el estudio (de grabación). Ojo que ninguna de ellas, ni siquiera una, la había ensayado ni menos tocado antes de grabar. Llegué al estudio con la idea clara. Ya es un éxito tremendo que haya funcionado. A mí me gusta trabajar relajado. Estaba acostumbrado a trabajar con gente medio déspota, pero si lo voy a hacer yo, que sea súper ultra relax y buena onda. Entonces cuando estaban las chiquillas medias tensas yo decía ‘Mi amor, váyase para la casa’. Si es rico trabajar así".

–¿Qué tanto te dejaste guiar por ellas?
"Es que yo no creo eso de que uno hace discos solista. Algún día lo voy a hacer, ¿ah? Tocar la batería, mezclar, hacer todo: ése es un disco solista. Hay gente que es muy chanta: ‘No, esto lo hice solo’. Uno no se puede escapar de la gente que trabaja y que uno dirige y ésa es la gracia de un buen productor. Tiene mucho de todas las chiquillas".

–¿Cómo fue reencontrarse con Javiera Parra?
"La raja, y también súper abierto: yo no le dije ‘Canta esto, canta esto otro’. ‘Canta lo que quieras’, libertad absoluta. Hemos hecho muchas cosas con la Javi, nos conocemos desde el año ‘85 y me encantó trabajar con ella".

–¿Con Nicole también habían trabajado juntos?
"También es otra que conozco de potrilla. No costó nada hacer la canción. Está la Muza, la Thais… mi idea era ‘tengo la oportunidad de hacer un disco y mostrar gente talentosa: por qué no’".

–Estás rodeado de mujeres. ¿Las elegiste porque querías voces femeninas?
"Sí, pues, si no estoy ni ahí con trabajar con hombres. Yo tengo cantidad de amigos gay impresionante, y los adoro, ¿cachai? Pero algo me pasa con los hombres, que ya el olor a hombre, la barbita así, qué lata, huevón. Me gustan las minas. Estar rodeado de minas saca lo mejor de uno. Uno se hace el lindo con ellas, se hace el bonito, se hace el más fino, y yo soy más roto que la chucha, soy bruto, soy de campo, entonces eso me da un lado más…".

–Civilizado.
"Más civilizado".

"Soy oficialmente el guitarrista de La Ley"

–¿Desde cuándo sabías que el disco se iba a llamar "Yo objeto"?
"No, fue al final, cuando estaba listo, en un destello de genialidad".

–Tiene varios significados. Con objetar, por ejemplo.
"Y como objeto, socialmente. No es un misterio: hoy día somos miserables, con la riqueza y el poder que tienen algunas personas, somos esto", dice, toma un CD y lo tira a la mesa. "Hacen así con la gente. El sistema de salud, las AFP, están metiendo el dedo, el puño, y las personas tienen que dar el 35 por ciento de lo que ganan a una gente que se queda con una cantidad de plata descuadrada, y el Gobierno dice que somos ciudadanos. Hacen lo que quieren con la gente, no solamente aquí, en todas partes".

–¿No tiene que ver con "Yo: objeto comercial"? ¿Con hacer una campaña de jeans en la televisión como la que hiciste?
"Sí, también… pero eso es ‘Yo tengo que comer’. No es Yo objeto, es Yo como", se ríe. "De más".

–Pero es una media producción, fotos publicitarias…
"Sí, están la raja, por suerte el director es capísimo".

–¿En ese sentido también eres un objeto del mercado?
"No, pero sabes que nunca lo vi tanto por eso. Yo objeto es por el objeto social, de cómo se maneja la población".

–¿En qué tienen que ver estas canciones con tu regreso a Chile?
"Para mí tiene completamente ese significado. Yo soy bien sutil para decir las cosas y para tocar guitarra, me gusta que las cosas pasen bien inadvertidas, las letras, la música, pero tiene todo que con haber vuelto. También con el cariño que tengo a Chile, porque después de estar afuera te das cuenta de que ningún lado es la panacea. Yo adoro Chile, entonces listo".

–¿Qué fue de esa discusión que hubo hace unos meses, sobre si La Ley volvía contigo o sin ti?
"No, nada. Nosotros estamos en un receso. Soy oficialmente el guitarrista de La Ley. Lo que yo en un momento dije es que a La Ley no sé si voy a volver, porque no sé si vamos a volver. ¿Quién sabe lo que va a pasar? Pero si el día de mañana nos juntamos y hacemos un disco, la raja, nos tenemos cariño y está todo bien. En esto es muy difícil planificarse tanto".

–En este disco están tus primeras canciones como autor. ¿Ahí sí que no se trata de improvisar, al componer las canciones?
"Pero sabes que no tanto, todo lo inventamos en el estudio, no con meses de ensayo. De hecho el puente de esta canción, ‘Cerré los ojos’, lo hice un día antes: estaba en la noche tirado, con la guitarra, y salió. Me gusta pensar que es un disco de transición, no creo que ésta vaya a ser mi tónica para otros discos. De hecho me gustaría hacer otro disco ya".

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